La República Dominicana emitió bonos verdes por primera vez en la historia del país, por un valor de 750 millones de dólares, a una tasa de interés del 6.70%, lo que representa un ahorro en comparación con otros métodos de financiamiento. Los recursos obtenidos serán destinados a proyectos verdes para mitigar los efectos del cambio climático en el país, considerado uno de los más vulnerables a estos fenómenos.
La emisión de bonos verdes recibió una demanda seis veces superior al monto solicitado por parte de inversionistas extranjeros en los mercados internacionales, lo que muestra el respaldo a la gestión de la deuda pública del país. Esta operación se enmarca dentro de un programa de emisiones sostenibles incluido en la estrategia de deuda 2024-2028, alineada con las metas establecidas en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.
La viceministra de Crédito Público del Ministerio de Hacienda destacó que la inclusión de bonos temáticos en el plan de financiamiento del país demuestra el compromiso con la transparencia en la gestión de la deuda pública, así como la diversificación de la base de inversionistas. Además, la operación de emisión de bonos verdes fue complementada con una recompra de un bono externo y la emisión de bonos en moneda local para cubrir necesidades de financiamiento en el Presupuesto General del Estado.
Los bonos verdes son una forma de deuda utilizada por organizaciones públicas y privadas para financiar proyectos ambientalmente responsables, convirtiéndose en una opción de inversión cada vez más popular. Esta modalidad de financiación ha cobrado relevancia en los últimos años, con el Banco Europeo de Inversiones marcando un hito en 2007 al realizar la primera emisión de bonos verdes.
La emisión de bonos verdes en la República Dominicana refleja el compromiso del país con la sostenibilidad ambiental y el desarrollo de proyectos responsables con el medioambiente. Estas operaciones financieras no solo permiten obtener recursos para proyectos verdes, sino que también contribuyen a fortalecer la gestión de la deuda pública y diversificar la base de inversionistas, impulsando así el crecimiento económico sostenible.
