El proyecto de ley de Reforma Fiscal propuesto por el Gobierno del presidente Abinader ha generado amplia expectativa, discusión y rechazo en la sociedad dominicana, siendo un tema obligado de conversación en todos los ámbitos. Independientemente del partido político al que pertenezcan, la ciudadanía muestra un rechazo unánime a esta medida, expresando su oposición en lugares públicos, transporte público, medios de comunicación y redes sociales.
En un recorrido en un carro de concho por la ciudad, los pasajeros expresaron su descontento y desconfianza ante la reforma fiscal propuesta, argumentando que afectará principalmente a los más vulnerables, mientras beneficia a los sectores empresariales. La percepción general es que el Gobierno está privilegiando los intereses de los poderosos en lugar de buscar soluciones para mejorar la recaudación fiscal y combatir la evasión.
En el metro de Santo Domingo, los ciudadanos expresaron su malestar por la falta de mejoras en el servicio de transporte público a pesar de las promesas del Gobierno, cuestionando la real intención detrás de la reforma fiscal. En programas de televisión, radio e internet, la postura ante la reforma varía según la alineación política de los medios, provocando diferentes opiniones entre la población.
Las protestas contra la reforma fiscal han aumentado en los últimos días, con manifestaciones de jóvenes frente al Congreso y llamados a huelga en diversas ciudades del país. En la capital, se han registrado cacerolazos en varios puntos, evidenciando el rechazo generalizado a la medida. El Consejo de la Empresa Privada ha pedido un diálogo amplio sobre el proyecto de ley para llegar a un consenso que beneficie a todos los sectores.
El objetivo principal de la reforma fiscal es aumentar los ingresos del Estado en 122,000 millones de pesos anuales a través de la suspensión de estímulos, aumentos de impuestos y medidas contra la evasión fiscal. Sin embargo, la percepción de la población es que estas medidas afectarán principalmente a la clase trabajadora y a los sectores más vulnerables, mientras que los empresarios y los ricos serán beneficiados. El debate sobre la reforma fiscal continúa generando tensiones y divisiones en la sociedad dominicana, evidenciando la profunda desconfianza hacia las políticas gubernamentales.
