Argentina busca convertirse en "socio global" de la OTAN, un estatus que solo Colombia tiene en América Latina. Esta solicitud se basa en la buena relación del presidente Milei con Estados Unidos y sus aliados occidentales, así como su apoyo a Ucrania. Este nuevo rol permitiría a Argentina participar en actividades diplomáticas, intercambio de oficiales y colaboración en operaciones de paz.

El experto Fabián Calle destaca que esta admisión significaría un mayor rol para Argentina en la OTAN, lo que incluiría acceso a tecnología militar y un sello de calidad para sus Fuerzas Armadas. La solicitud de adhesión como "socio global" podría culminar en dos o tres años y ya está en marcha en países como Australia, Japón o Nueva Zelanda.

La posible incorporación de Argentina a la OTAN podría generar ciertas tensiones con Reino Unido debido al conflicto histórico por las Islas Malvinas. Sin embargo, según el experto Bruno Tondini, esto no afectaría el reclamo de soberanía de Argentina. La postulación a la alianza es vista como un logro para la Administración Milei y podría cuestionar las posturas diplomáticas de Reino Unido tras el Brexit.

La decisión de Argentina de acercarse a Estados Unidos, Israel y sus aliados a través de la OTAN forma parte de un giro diplomático del gobierno de Milei. Esto se suma a la retirada del país de los Brics y su alejamiento de China en temas de defensa y seguridad. Milei busca posicionarse como líder regional frente a presidentes izquierdistas como Lula da Silva, Gabriel Boric y Luis Arce.

El nuevo estatus de Argentina como "socio global" de la OTAN no interferiría significativamente en las relaciones comerciales con China, aunque Milei ha mostrado distancia en temas de seguridad y geopolítica con el país asiático. La cercanía del presidente argentino con Ucrania y su apoyo a Volodímir Zelenski han sido clave para este proceso diplomático, que podría culminar en dos o tres años.

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