En las últimas 48 horas, la Policía Nacional de la República Dominicana detuvo a un total de 56 extranjeros indocumentados en las provincias Barahona y La Romana. Estas detenciones se llevaron a cabo como resultado de una labor conjunta entre la Dirección General de Migración y la institución policial. Los extranjeros fueron arrestados por no contar con la documentación necesaria para acreditar su estancia legal en el país, lo que constituye una violación a las leyes migratorias dominicanas.

En Barahona, se detuvieron a 33 nacionales haitianos por no poseer la documentación requerida para permanecer en territorio dominicano, mientras que en La Romana fueron arrestados otros 23 indocumentados. La Policía Nacional destacó que los operativos se llevaron a cabo respetando en todo momento los derechos de los detenidos, en apego a las normas y leyes policiales. Los extranjeros detenidos serán procesados según lo establecido por la ley y posteriormente repatriados a su país de origen.

Estas acciones forman parte de las estrategias implementadas por las autoridades para hacer frente a la migración irregular y fortalecer el control de las fronteras. El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, ha expresado su preocupación por la entrada de migrantes haitianos al país y ha señalado que la Ley de Migración es poco severa en este aspecto. La detención de extranjeros indocumentados es una medida para garantizar la seguridad y el orden en la nación.

La política migratoria en la República Dominicana ha sido objeto de debate y controversia en los últimos años, especialmente en relación con la presencia de migrantes haitianos en el país. La falta de regulación en este aspecto ha llevado a la implementación de medidas más estrictas por parte de las autoridades para controlar la entrada y permanencia de extranjeros en territorio dominicano. La detención y posterior repatriación de los indocumentados es parte de este esfuerzo por garantizar la legalidad y seguridad en la nación.

Es importante destacar que, aunque se busque fortalecer el control migratorio y hacer cumplir las leyes en materia de migración, es fundamental respetar los derechos humanos de todos los individuos, independientemente de su estatus migratorio. Las detenciones y repatriaciones deben llevarse a cabo de manera transparente y conforme a los principios de justicia y equidad, garantizando el respeto a la dignidad y derechos de las personas afectadas. La cooperación entre instituciones como la Policía Nacional y la Dirección General de Migración es clave para lograr una gestión migratoria eficiente y respetuosa.

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