Santo Domingo – En la República Dominicana, el crecimiento poblacional explosivo del pasado ha estado asociado con causas de pobreza, desigualdad, inseguridad y deterioro ambiental que el Estado y los intereses que pesan más en él para tomar decisiones no han podido reducir significativamente. A medida que la población disminuye y más adultos mayores se jubilan, se pone de manifiesto otro lado de la moneda en cuanto a recursos humanos para el desarrollo económico y social integral de las naciones. La cantidad de habitantes del censo poblacional y de viviendas 2022 mostró un crecimiento del 1.11%, pero todavía hay un poco más de una quinta parte de la población en situación de pobreza en el país.
Se admite que el tamaño de la población dominicana puede influir en el Producto Interno Bruto per cápita, pero la inversión y las reformas estructurales serían más determinantes para dinamizar la economía. Sin estos objetivos de optimización, la disponibilidad de medios para crear empleos y mejorar las condiciones de vida de los más pobres será insuficiente. La República Dominicana se encuentra atrapada en una espera de reformas contra los déficits debido al crecimiento sin restricciones y a la baja en los ingresos debido a la presión fiscal insuficiente que conduce a una deuda pública en espiral.
El censo número diez en la historia de la República Dominicana está bajo escrutinio, con la expectativa de conocer la cantidad de extranjeros que coexisten con los dominicanos y la situación de los inmigrantes haitianos y de otras nacionalidades. Algunos sectores han expresado preocupación por la baja cobertura del censo, lo que ha llevado a cuestionar su calidad. Las dificultades en el trabajo de campo incluyen conglomerados residenciales cerrados, falta de campañas informativas efectivas y desconfianza de los ciudadanos por razones de seguridad, entre otros desafíos.
La población femenina en la República Dominicana supera a la masculina, con una brecha de género significativa en el acceso a la educación superior. Es necesario seguir el progreso y los resultados de las mujeres en la educación superior, así como implementar políticas y servicios para apoyar su avance. Mientras tanto, se ha observado que Haití, a pesar de tener una menor población que la República Dominicana, tiene una densidad demográfica más alta y condiciones sociales precarias, lo que ha llevado a una migración significativa de haitianos hacia la República Dominicana.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas predice que una distribución desigual de poblaciones en el planeta tiende a generar impactos preocupantes en las estructuras nacionales. La meta para los próximos diez años es garantizar que todos tengan acceso a servicios integrales de salud reproductiva, planificación familiar voluntaria y prevención de infecciones. Haití, con sus condiciones adversas y desigualdades sociales, todavía tiene un largo camino por recorrer en este aspecto.

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