La Pastoral Familia y Vida de la Iglesia Católica y el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue) consideran que incluir las tres causales nuevamente en el proyecto de Código Penal en República Dominicana equivaldría a instituir "el negocio del aborto" en el país. Tanto el padre Mario de la Cruz Campusano como el pastor Feliciano Lacen Custodio coinciden en que despenalizar el aborto a través de estas causales iría en contra del artículo 37 de la Constitución, que establece la inviolabilidad de la vida desde la concepción hasta la muerte.

El padre Mario de la Cruz Campusano, vicario episcopal de la Arquidiócesis de Santo Domingo, señala que incluir nuevamente las tres causales en el Código Penal sería abortar la ley, ya que ninguna norma puede estar por encima de la Constitución, la cual protege el valor de la vida y condena el aborto. Para él, esto representaría un obstáculo para la promulgación de leyes que han sido aprobadas en el Código Penal. Además, enfatiza que aquellos que buscan introducir las causales en la legislación están buscando que el Código no se convierta en ley, aprovechando los nuevos tipos penales contemplados.

El pastor Feliciano Lacen Custodio, presidente de Codue, comparte la opinión de que la sociedad dominicana es provida y que la vida debe ser preservada, en lugar de permitir el aborto. Considera vergonzoso que se esté debatiendo sobre quién vive y quién muere, ya que esa decisión debería estar en manos de Dios. El compromiso de los políticos y legisladores, según él, no debería ser con grupos religiosos o ideológicos, sino con el derecho fundamental a la vida, especialmente de aquellos que no tienen voz como los niños por nacer.

Ambos líderes religiosos destacan que la inclusión de las tres causales nuevamente en el Código Penal respondería a intereses de grupos internacionales o individuos que buscan lucrarse con el negocio del aborto. Señalan que el país no debería ceder a presiones externas ni a intereses particulares, ya que se cuenta con una Constitución y un Código que ya han sido aprobados. Además, resaltan que permitir el aborto podría abrir la puerta a la eliminación de otros grupos vulnerables, como los adultos mayores.

En definitiva, la postura de la Iglesia Católica y de los líderes evangélicos es clara: se oponen a la inclusión de las tres causales en el proyecto de Código Penal en República Dominicana. Consideran que esta medida iría en contra de los principios constitucionales que protegen la vida desde la concepción y abogan por la preservación del derecho fundamental a la vida de todos los seres humanos, especialmente de los más vulnerables. Advierten sobre las posibles consecuencias de abrir la puerta al aborto y destacan la importancia de mantener una postura provida en el país.

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