El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) hizo un llamado en un nuevo informe a la implementación de acciones políticas y a la integración de diversas voces para evitar una "policrisis" global, abordando problemas como la crisis climática, la pérdida de la biodiversidad, y la contaminación. La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, enfatizó la importancia de protegernos de los nuevos retos que surgen a medida que se intensifican las múltiples crisis a nivel mundial, y destacó la necesidad de anticiparse a los acontecimientos.

Los expertos del PNUMA utilizaron un nuevo sistema de previsión de tendencias que reveló que en este nuevo contexto global, la velocidad de los cambios es sorprendente. El informe identificó una serie de riesgos que ponen en peligro la prosperidad a largo plazo, la mitigación de la pobreza y el medio ambiente, como el mal uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) y el deshielo del permafrost, que puede liberar virus peligrosos procedentes de épocas prehistóricas.

Uno de los ejemplos mencionados en el informe es el brote de ántrax en Siberia, causado por el deshielo del permafrost. Además, se resaltó que los centros de datos, fundamentales para el funcionamiento de la IA y la transformación digital, requieren recursos naturales como tierras raras, minerales y grandes cantidades de agua para su construcción y mantenimiento. El uso de la IA en sistemas de armamento y aplicaciones militares también plantea preocupaciones desde el punto de vista medioambiental.

El PNUMA hizo hincapié en la importancia de abordar el aumento y la evolución de la violencia y conflictos armados, ya que esto conlleva a la degradación de los ecosistemas y afecta a las poblaciones vulnerables. Sin embargo, señaló que, al igual que el impacto de las crisis se agrava cuando están interconectadas, las soluciones también pueden ser más efectivas. El organismo resaltó la necesidad de centrarse en la equidad intergeneracional y promover un nuevo contrato social basado en valores compartidos.

Para lograr un futuro más sostenible, el PNUMA instó a adoptar una gobernanza ágil y reflexiva, así como a fomentar un enfoque participativo, multilateral y cooperativo que incluya las voces de grupos tradicionalmente marginados, como las mujeres, la juventud, las comunidades locales y los Pueblos Indígenas. Se hizo hincapié en la importancia de integrar diferentes perspectivas y trabajar juntos para abordar los desafíos ambientales y sociales que enfrentamos a nivel global. En este sentido, el informe destaca la necesidad de una acción colectiva y coordinada para afrontar la "policrisis" global.

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