La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha instado al cumplimiento del embargo de armas en Haití para evitar que las bandas criminales continúen recibiendo suministros de armamento. Este embargo, adoptado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, será debatido la próxima semana para renovarlo por un año más. Se ha resaltado que las armas y municiones no son producidas en Haití, sino que provienen de empresas ubicadas en otros lugares, por lo que se solicita a los Estados tomar medidas para aplicar plenamente esta medida.
Durante un debate en el Consejo de Derechos Humanos sobre la situación en Haití, se han mencionado las graves consecuencias que ha tenido el acceso a armamento por parte de las bandas criminales en el país. Entre febrero y julio de este año, se registraron miles de asesinatos, desplazamientos masivos y violaciones de los derechos humanos. La ONU ha documentado asesinatos selectivos, secuestros masivos, reclutamiento forzoso, violencia sexual, entre otros actos criminales perpetrados por estas bandas cada vez más poderosas.
La violencia en Haití ha alcanzado niveles alarmantes, con un aumento significativo en asesinatos, tiroteos, secuestros, reclutamiento forzoso, trata de menores, incendios y saqueos. La violencia sexual también ha aumentado, con casos de violaciones colectivas documentadas. Las bandas armadas han tomado el control de las vías terrestres, interrumpiendo la provisión de servicios básicos y generando inseguridad alimentaria aguda para casi cinco millones de personas en el país.
Volker Türk, alto comisionado para los derechos humanos, ha instado a los países a apoyar un modelo de buen gobierno en Haití, especialmente en áreas como la justicia, la policía y el sector penitenciario. Se busca abordar problemas más profundos, como la pobreza y la desigualdad, y se ha destacado el plan de acción del gobierno de transición para combatir la corrupción y formar unidades especializadas para hacer frente a crímenes masivos, como la violencia sexual y los delitos financieros.
La comunidad internacional ha sido llamada a actuar de manera concertada para apoyar a Haití en esta crisis, a través del cumplimiento del embargo de armas, el fortalecimiento de las instituciones gubernamentales y la lucha contra la corrupción. La situación en el país caribeño es alarmante, con graves violaciones de los derechos humanos y una crisis humanitaria que afecta a millones de personas. Es fundamental adoptar medidas urgentes para frenar la violencia y garantizar la seguridad y el bienestar de la población haitiana.