La inversión extranjera global se ha visto estancada a pesar del crecimiento del PIB y del comercio desde 2010, según alertó Naciones Unidas. Aunque el PIB ha aumentado un 3.4 % y el comercio un 4.2 % anual de promedio, la inversión extranjera directa no ha experimentado un crecimiento significativo en la última década, aumentando apenas un 2 % en el actual decenio. Esto se debe a una serie de factores como conflictos, crisis y una creciente influencia de factores geopolíticos que están alterando las pautas habituales de inversión.
En el sector industrial, se ha observado una caída del 12 % en la inversión durante los tres años posteriores al estallido de la pandemia de covid-19, según el informe de la Agencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad). Además, se destaca que las inversiones se están inclinando cada vez más hacia los servicios, representando actualmente un 81 % de las inversiones totales, en comparación con el 13 % destinado al sector manufacturero. Hace 20 años, este porcentaje era del 66 % para servicios y del 26 % para industria.
La Unctad destaca que el crecimiento de la inversión extranjera directa y de las cadenas de valor mundiales ya no está alineado con el del PIB y el comercio, lo que indica un cambio significativo en la economía mundial. La organización enfatiza que la inversión se ve cada vez más limitada por el aumento del proteccionismo, las tensiones geopolíticas y la mayor cautela de los inversores. Además, las empresas multinacionales muestran menos interés en destinar nuevas inversiones a China, aunque el país sigue teniendo un papel dominante en la industria y el comercio globales.
La Unctad también observa una creciente tendencia a invertir en tecnologías medioambientales, lo que ofrece nuevas oportunidades, aunque puede perjudicar a los países en desarrollo menos adaptados a la transición ecológica. Esta tendencia puede acentuar las disparidades económicas y marginar a las naciones más pequeñas y menos desarrolladas de la inversión extranjera, lo que aumenta su fragilidad económica. Conflictos y crisis globales influyen en las relaciones de inversión, y estas decisiones ahora están más influenciadas por factores geopolíticos que económicos.
En resumen, la inversión extranjera global se encuentra estancada a pesar del crecimiento del PIB y del comercio, debido a factores como conflictos, crisis y la influencia de factores geopolíticos. Este estancamiento se refleja en una caída de la inversión en el sector industrial y un aumento de las inversiones en el sector de servicios. Las tensiones geopolíticas y el proteccionismo limitan el crecimiento de la inversión, y las empresas multinacionales muestran menos interés en invertir en China. La inversión en tecnologías medioambientales ofrece nuevas oportunidades, pero también puede acentuar las disparidades económicas y marginar a los países menos desarrollados de la inversión extranjera.