La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, realizó un baño simbólico en el río Sena en París como parte de los preparativos para los Juegos Olímpicos que comenzarán en trece días. Equipada con un traje de neopreno, nadó en una zona marcada por boyas en el histórico puente de Alejandro III junto al campeón olímpico de paratriatlón, Alexis Hanquinquant. Tras salir del agua, Oudéa-Castéra declaró que la experiencia fue fabulosa y una gran felicidad, además de destacar la buena calidad del agua a 20 grados. Este gesto también cumplió el objetivo de demostrar que el agua del Sena es apta para competir en algunas pruebas olímpicas.
Junto a Alexis Hanquinquant, la ministra realizó el baño simbólico en el Sena como una muestra de confianza en la seguridad de las aguas para los nadadores. Este gesto también tuvo un componente político, ya que Oudéa-Castéra se adelantó a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien había prometido bañarse en el río pero postergó la acción debido a la calidad del agua. El concejal de Deportes del Ayuntamiento de París indicó que las aguas del Sena han sido aptas para el baño durante la mayoría de los días recientes, lo que garantiza la realización de las pruebas de natación previstas para los Juegos Olímpicos.
Las aguas del Sena deben acoger pruebas de natación y triatlón masculino y femenino, así como el maratón en aguas abiertas en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Tras una inversión de 1.400 millones de euros en el saneamiento del río a su paso por la capital, la calidad del agua del Sena era una preocupación principal debido a las lluvias recientes que habían afectado a su salubridad. Sin embargo, el concejal de Deportes aseguró que la situación ha mejorado en las últimas semanas y que no hay inquietudes sobre la realización de las pruebas previstas en el río durante los Juegos Olímpicos.
El baño simbólico realizado por la ministra y el campeón olímpico de paratriatlón en el Sena marcó un hito en los preparativos para los Juegos Olímpicos en París, demostrando la calidad del agua para las competencias acuáticas. Este gesto también tuvo un componente de liderazgo político al adelantarse a la alcaldesa de París en demostrar la seguridad de las aguas. Con la cercanía del inicio de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, el baño en el Sena pretendía transmitir confianza y garantizar que las pruebas acuáticas se desarrollen sin problemas en ese icónico río.
La apuesta por limpiar y garantizar la calidad del agua del Sena es parte de los esfuerzos realizados en París para preparar la ciudad para albergar los Juegos Olímpicos. La inversión en el saneamiento del río fue una medida crucial para asegurar que las aguas fueran aptas para alojar las competencias acuáticas. Tras meses de preocupación por la calidad del agua debido a las lluvias, la demostración pública de la ministra y el campeón olímpico de paratriatlón era un paso importante en la antesala de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en París, que buscan ser un evento exitoso y seguro para todos los atletas participantes.