El director general de Migración, vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, aseguró que el plan de interdicción y repatriación de haitianos se ha implementado cumpliendo con las normas del derecho internacional y el derecho procesal democrático vigente. Durante este proceso, no se ha deportado a ningún dominicano hacia Haití. Para mejorar las condiciones de traslado de los repatriados, se ha ordenado reducir el número de personas transportadas en cada vehículo y se está evaluando nuevas opciones de transporte. La colaboración con el Ejército de República Dominicana, el Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) y otras instituciones es fundamental para el éxito de la estrategia, que se basa en la contención de migrantes en la frontera y la interdicción en zonas urbanas.
La República Dominicana comparte una zona fronteriza de 53 kilómetros de carretera internacional con Haití. Uno de los problemas recurrentes en esta área es el flujo descontrolado de haitianos en mercados binacionales. Se propone reubicar estos mercados en zonas estériles con control de acceso y someter a las personas que salgan del mercado a un control migratorio. Además, se destaca la importancia de los centros de acopio como el de Haina para retener a los repatriados antes de su traslado, que depende de la disponibilidad de vehículos.
El proceso de repatriación pasa por una validación mediante biometría, y el director de Migración asegura que no se ha deportado a ningún dominicano hacia Haití durante su gestión. Respecto a los haitianos inscritos en el Plan de Regularización que no han renovado sus documentos, se otorgará el permiso correspondiente si cumplen con los requisitos legales. Se han realizado reuniones con autoridades pertinentes para abordar este tema. Por otro lado, el gobierno dominicano implementó un operativo para repatriar hasta 10,000 haitianos por semana, medida criticada como discriminatoria por el gobierno de Haití.
La canciller haitiana, Dominique Dupuy, ha denunciado las deportaciones en foros internacionales, argumentando que violan los derechos humanos. Se ha reunido con representantes de Human Rights Watch, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y funcionarios del Departamento de Estado de EE. UU. La política migratoria del gobierno dominicano ha sido criticada por su impacto en la dignidad humana y el respeto a los derechos humanos. Dupuy ha calificado las redadas y deportaciones como una afrenta a la dignidad humana y contrarias a los estándares internacionales de derechos humanos.