Durante una operación en Cayo Muerto, la Marina de la República Dominicana detuvo a 97 haitianos indocumentados a bordo de una embarcación de madera de aproximadamente 50 pies de largo, en ruta a Florida. Los detenidos fueron transportados por el barco interceptor Shaula (LI-158) de la Marina de la República Dominicana y dos lanchas rápidas de la Marina al muelle en Paroli. Tras los procedimientos de inmigración necesarios, los nacionales haitianos serán deportados a su país de origen. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales participó en la operación para garantizar que no se causara daño al ecosistema marino.
La Dirección General de Migración reafirmó su compromiso de controlar y regular los flujos migratorios, declarando que continuarán operaciones similares para prevenir la migración ilegal y garantizar la seguridad nacional.
La República Dominicana y Haití comparten una larga historia de migración transfronteriza debido a la proximidad geográfica y a la difícil situación económica y social en Haití. El flujo de haitianos hacia la República Dominicana ha sido motivo de controversia y tensiones en ambos países, con varios esfuerzos por parte del gobierno dominicano para controlar la migración ilegal.
Las medidas de seguridad en las fronteras marítimas son fundamentales para evitar el tráfico de personas y proteger la soberanía nacional. La colaboración entre la Marina de la República Dominicana, la Dirección General de Migración y otros organismos es fundamental para garantizar el cumplimiento de las leyes y proteger la integridad de las fronteras del país.
La deportación de los migrantes indocumentados a su país de origen es una práctica común en muchos países para mantener el control sobre la inmigración ilegal y garantizar la seguridad de la nación. Sin embargo, también plantea cuestiones humanitarias y derechos humanos que deben ser abordadas con sensibilidad y respeto por la dignidad de las personas involucradas.

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