Willie Mays falleció a la edad de 93 años, dejando un legado como uno de los mejores jugadores de béisbol de todos los tiempos. La MLB honró su memoria durante un juego entre los Giants y Cardinals en el Rickwood Field en Birmingham, Alabama, donde Mays comenzó su carrera con los Birmingham Black Barons y las Ligas Negras en general. El comisionado Rob Manfred expresó su tristeza por la pérdida de Mays, destacando su brillantez integral y su impacto en el juego y en los fanáticos a lo largo de los años.
La noticia de la muerte de Willie Mays fue confirmada por su hijo Michael Mays, quien agradeció el amor y el apoyo mostrado a su padre a lo largo de los años. Mays fue un jugador multifacético que se destacó tanto en el poder como en la velocidad, ocupando el sexto lugar de todos los tiempos con 660 jonrones y ganando 12 Guantes de Oro por su defensa en el jardín central. Su combinación única de talento lo convirtió en una leyenda del béisbol y en una figura icónica en la historia del deporte.
El presidente de los Giants, Greg Johnson, describió a Mays como una verdadera leyenda, destacando su talento excepcional, su agudeza intelectual y su alegría ilimitada. Mays fue un líder dentro y fuera del campo, siendo un modelo a seguir para generaciones de jugadores y fanáticos. Su influencia no se limitó al béisbol, sino que también impactó en la sociedad estadounidense, siendo recordado como un héroe y una figura inspiradora para muchos.
El presidente ejecutivo de los Giants, Larry Baer, compartió su profunda conexión personal con Willie Mays, recordando cómo su amor por el béisbol fue inspirado por la gracia y el talento de Mays en el campo. Trabajar junto a Mays durante años y presenciar su entusiasmo por el juego, así como su pasión por ayudar a jóvenes jugadores, fue una experiencia enriquecedora para Baer. Mays fue una figura emblemática en la historia de los Giants y del béisbol en general, dejando una huella imborrable en el deporte.
En el momento de su fallecimiento, Willie Mays era el miembro vivo de mayor edad del Salón de la Fama, ocupando un lugar privilegiado en la historia del béisbol. Su legado como jugador, mentor y figura destacada del deporte perdurará en el tiempo, siendo recordado por su impacto duradero en el juego y en la vida de aquellos que lo admiraban. La muerte de Mays marcó el fin de una era en el béisbol, pero su espíritu y su legado perdurarán como parte integral de la historia del deporte.
