El director ejecutivo de la Sociedad de Empresas de Combustibles y Derivados (SEC), Jorge Esteva, asegura que la industria que representa en la República Dominicana no solo asegura altos estándares de calidad, sino que también desempeña un papel crucial en la economía nacional, con inversiones significativas y una extensa red de operaciones a nivel nacional. Esteva reitera la confianza en la calidad de los combustibles dispachados en las estaciones de servicio del país, asegurando que son comparables a los de la región. Destaca la colaboración entre el gobierno y el sector privado en el desarrollo de un hub logístico y el compromiso constante con la calidad del combustible en el país.

El número total de estaciones de servicio en la República Dominicana ronda las 1,000, generando aproximadamente 45,000 empleos directos e indirectos y representando un 7 u 8 % de los ingresos fiscales del Estado. El sector cuenta con una flota de 300 camiones de combustibles, lo que demuestra su impacto significativo en la economía local. El compromiso con la calidad del combustible es una prioridad constante para todas las partes involucradas, contribuyendo aproximadamente un 1.3 % al Producto Interno Bruto nacional y resaltando su importancia estratégica y económica en el país.

Antes de llegar a las estaciones de servicio, el combustible en la República Dominicana pasa por un proceso de certificación para cumplir con los estándares de calidad establecidos. Este proceso incluye la certificación de origen y embarque, transporte marítimo bajo supervisión, inspección al llegar al país, inspección de Aduana y distribución a las estaciones de servicio. Aunque puede haber mínimas variaciones durante este proceso, se mantienen bajo control para garantizar la calidad del producto que llega a los consumidores.

Los datos de estudio revelan que la gasolina premium despachada en el mercado dominicano promedió un octanaje de 95 entre diciembre del 2022 y agosto del 2023. Por otro lado, la gasolina regular en el país ha mantenido un índice de octanaje por encima de los 91, cumpliendo con los estándares de calidad establecidos. A pesar de pequeñas desviaciones, estas variaciones están dentro de los márgenes aceptados por los fabricantes, lo que asegura la confianza del consumidor y el cumplimiento de las normativas locales e internacionales.

En resumen, la industria de combustibles en la República Dominicana juega un papel crucial en la economía nacional, generando empleo, contribuyendo a las recaudaciones fiscales y cumpliendo con altos estándares de calidad en sus productos. El compromiso constante con la calidad del combustible, el proceso de certificación y supervisión en todas las etapas de llegada y distribución aseguran que el producto final cumpla con los requisitos establecidos. La colaboración entre el sector privado y el gobierno en el desarrollo de infraestructuras y la optimización de procesos logísticos refuerzan la importancia estratégica de esta industria en el país.

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