El cardenal Víctor Fernández, prefecto del Dicasterio de la Doctrina de la Fe, aseguró que la Iglesia está trabajando para dar más espacio y poder a las mujeres. En una reunión con participantes del XVI Sínodo de los Obispos, se comprometió a revisar el papel de la mujer y a explorar nuevas posibilidades para las funciones y cargos que pueden desarrollar. Aunque recientemente había declarado que no era el momento de debatir sobre el diaconado femenino en el Sínodo, Fernández destacó que la Iglesia no se cierra a esta posibilidad y pidió a los miembros del Sínodo que envíen propuestas y aporten puntos de vista.
El cardenal también resaltó las experiencias de mujeres con roles de liderazgo en comunidades de África, Asia y la Amazonía, llamando a valorar estas experiencias que son poco conocidas por la teología europea. Se busca explorar cómo hacer de la Iglesia un órgano más inclusivo y destacar la importancia de las mujeres en su papel dentro de la institución. Fernández explicó que, según el papa Francisco, el diaconado femenino no es la respuesta más importante para las mujeres en la actualidad, y que hay otros asuntos que explorar y resolver en primer lugar.
El Sínodo de los Obispos, que se encuentra en su fase final y culminará este domingo, tiene como objetivo presentar un documento final con las conclusiones de las reuniones que se han llevado a cabo durante todo el mes de octubre en Roma. En esta segunda sesión del Sínodo participan 368 miembros, incluyendo 53 mujeres y unos sesenta cardenales. El año pasado, por primera vez, las mujeres pudieron votar en una asamblea sinodal de la Iglesia católica, lo que refleja un avance en la participación femenina en la toma de decisiones dentro de la institución.
A pesar de que algunas quejas surgieron entre los participantes del Sínodo por no haber escuchado propuestas sobre la ordenación de mujeres, Fernández matizó que el hecho de no querer tomar una decisión sobre el diaconado en este momento no significa que la Iglesia esté cerrada a esta posibilidad. Se busca promover la participación y el liderazgo de las mujeres en la Iglesia y explorar nuevas formas en las que puedan desempeñar funciones y ocupar cargos de relevancia.
En medio de las discusiones sobre el papel de la mujer en la Iglesia, se destacó la importancia de valorar y reconocer las experiencias de liderazgo femenino en diferentes partes del mundo, resaltando la diversidad y riqueza de las comunidades eclesiales. Las declaraciones de Fernández se dan en el marco de un proceso de reflexión y diálogo sobre cómo fortalecer la presencia de las mujeres en la Iglesia y cómo hacer de ella un espacio más inclusivo y diverso. A lo largo del Sínodo, se han abordado temas relevantes relacionados con la participación y el protagonismo de las mujeres en la institución católica.