La Arquidiócesis de Santiago, en una declaración editorial del semanario nacional Camino, hace un llamado a restaurar la esperanza de muchos dominicanos que han perdido la ilusión de vivir en su país debido a las condiciones de vida, especialmente los jóvenes que se ven obligados a emigrar en busca de un mejor destino. Se destaca la importancia de restaurar la convivencia armoniosa en las familias para prevenir conflictos sociales y violencia que afecta la tranquilidad de la sociedad.
En conmemoración del 161 aniversario de la gesta restauradora del 1863, se hace un recordatorio sobre la importancia de honrar a los héroes que lucharon por la libertad del pueblo dominicano. Se destaca la necesidad de revisar qué se está haciendo para hacer realidad los sueños de aquellos héroes y mantener vivo su legado en beneficio de la Patria. Se menciona la importancia de la política como un medio para el bien común y la fraternidad universal, haciendo énfasis en la necesidad de una buena política para avanzar en la construcción de una sociedad más justa y pacífica.
En este contexto, la iglesia hace un llamado a los dominicanos para que en el próximo 16 de agosto, día de la gesta restauradora, se comprometan firmemente a ser constructores de la nación que se anhela y se sueña, y a que los nuevos funcionarios que asuman sus cargos demuestren su vocación de servicio a través de sus acciones. Se destaca la importancia de la transparencia en el manejo de los fondos públicos como herramienta para restaurar la confianza de la población en las instituciones y en la actividad política.
La iglesia católica, a través de la Arquidiócesis de Santiago, evidencia su preocupación por la situación actual de la sociedad dominicana y la necesidad de restaurar la esperanza y la convivencia armoniosa para prevenir conflictos y violencia. Se destaca la importancia de honrar a los héroes de la gesta restauradora y de trabajar en la construcción de una sociedad más justa y fraterna.
En línea con las enseñanzas del Papa Francisco, se enfatiza la importancia de una buena política como medio para el bien común y la fraternidad universal. Se destaca el papel fundamental de los ciudadanos y de los nuevos funcionarios en la construcción de la nación que se anhela y en la demostración de una verdadera vocación de servicio a través de sus acciones. Se hace un llamado a la reflexión y al compromiso activo en la construcción de una sociedad más justa y pacífica.