La Arquidiócesis local de la Iglesia católica en República Dominicana ha solicitado a los legisladores del país abandonar el sistema conocido como “barrilito”, argumentando que el uso de los recursos económicos a través de este sistema empeora las condiciones de pobreza en el país. En un editorial titulado "Abandonen ese barril" publicado en el semanario católico Camino, la Iglesia Católica sugiere que los representantes públicos apliquen una política adecuada para ayudar a los sectores más vulnerables de la sociedad, en lugar de utilizar el dinero en dádivas asistencialistas.

El editorial destaca que una de las debilidades de los países latinoamericanos es la falta de institucionalidad, lo cual se refleja en la creación de organismos paralelos que socavan la función de los poderes del Estado. En el caso de los senadores, cuya función principal es legislar y fiscalizar, se critica la creación del Fondo de Asistencia Social conocido como “barrilito”, que desvía el propósito original de su labor pública. Se insta a los legisladores a trabajar en políticas sociales desarrolladas por el Estado para suplir las necesidades de las comunidades marginadas y no utilizar el dinero en dádivas que fomenten el clientelismo político.

El editorial expresa que el argumento empleado por los senadores de que el dinero se destina a personas necesitadas en sus provincias como justificación para el uso del "barrilito" no es válido, ya que el Papa Francisco ha señalado que la pobreza no se combate con asistencialismo, sino con la creación de empleo digno. Se critica el hecho de que estas dádivas generan un sentimiento de gratitud en la población que luego puede ser utilizado por los políticos para obtener votos en procesos electorales, lo que refuerza el caudillismo político en el país.

La Iglesia Católica hace hincapié en la importancia de que cada ministerio público cumpla con su función de manera integral, trabajando en políticas sociales que promuevan la justicia social y el desarrollo democrático del país. Se destaca que tener democracia no solo implica la libertad de expresión, sino también el deber de garantizar que todos los seres humanos puedan vivir con dignidad. Se propone que el Estado implemente políticas sociales efectivas para suplir las necesidades de las personas en áreas marginadas y que los legisladores abandonen prácticas clientelistas que afectan negativamente a la sociedad.

En resumen, la Iglesia católica en República Dominicana ha instado a los legisladores del país a abandonar el sistema de "barrilito" que desvía los recursos económicos y empeora las condiciones de pobreza en el país. Se hace un llamado a trabajar en políticas sociales desarrolladas por el Estado para suplir las necesidades de los sectores más vulnerables de la sociedad y evitar la práctica de dádivas asistencialistas que fomenten el clientelismo político. Se destaca la importancia de promover la justicia social y el desarrollo democrático para garantizar una sociedad más equitativa y digna para todos sus ciudadanos.

Compartir.
Exit mobile version