La hija menor del presidente Luis Abinader y la primera dama Raquel Arbaje, Adriana Margarita Abinader Arbaje, se graduó de su segunda carrera universitaria en los Estados Unidos. Su padre asistió a este día especial un día antes de las elecciones presidenciales y congresuales, en las que resultó ganador con el 57.45% de los votos. Adriana Margarita pidió como regalo de graduación que cualquier obsequio que su familia le diera fuera destinado a los niños afectados por el conflicto en Gaza.
Graciela Abinader Arbaje, hermana de Adriana Margarita, compartió en redes sociales la historia de cómo su hermana pidió que su regalo de graduación fuera destinado a los niños en Gaza. Esto no es solo una muestra de generosidad, sino también un reflejo de los valores y enseñanzas que Adriana ha recibido de sus padres. Graciela aprovechó para felicitar a sus padres, tanto por la victoria en las elecciones como por las enseñanzas que les han inculcado.
La familia Abinader-Arbaje compartió felizmente una fotografía con la joven graduada, demostrando el apoyo y orgullo por sus logros académicos. Según su perfil de LinkedIn, Adriana Margarita cuenta con una doble especialización en Psicología y Asuntos Globales, y se describe como apasionada por las políticas públicas, la educación y el impacto social. Su solicitud de que su regalo de graduación se destine a niños en Gaza muestra su sensibilidad y compromiso social.
El presidente Abinader destacó la generosidad de su familia al permitirle tomarse un tiempo fuera de la política para acompañar a su hija en este importante logro académico. A pesar de su compromiso con el pueblo dominicano, reconoce la importancia de dedicar tiempo a su familia y apoyar a sus seres queridos en momentos especiales. Esta muestra de afecto y apoyo familiar es un reflejo de los valores que han inculcado a sus hijas, como la generosidad y la solidaridad con quienes más lo necesitan.
Adriana Margarita Abinader Arbaje ha demostrado no solo su capacidad académica al graduarse de su segunda carrera universitaria, sino también su sensibilidad y compromiso social al solicitar que cualquier regalo de graduación se destine a niños afectados por conflictos en Gaza. Su familia, orgullosa de sus logros, ha mostrado su apoyo incondicional y ha demostrado la importancia de valores como la generosidad y la solidaridad. Este gesto ejemplar refleja el impacto positivo de la educación y las enseñanzas que los padres han brindado a sus hijas, inculcándoles valores fundamentales que les permiten destacarse no solo en lo académico, sino también en lo humano.