La transformación de los sistemas agroalimentarios debe considerar la sostenibilidad, según el economista jefe de la FAO Máximo Torero. Si no se cuidan los recursos naturales, como el suelo y el agua, habrá efectos negativos en la producción de alimentos. Es necesario mejorar la eficiencia y redistribución en la agricultura para reducir emisiones y atraer financiamiento climático. La crisis climática afecta a la agricultura en varias dimensiones, como temperaturas extremas y cambios en la disponibilidad de agua.

La situación alimentaria mundial ha mejorado, pero sigue siendo crítica en áreas afectadas por conflictos, el cambio climático y factores macroeconómicos. En zonas como Gaza, la escasez de alimentos es extrema debido a la guerra. El sector agropecuario juega un papel clave en la erradicación de la pobreza y el hambre, así como en la reducción de las desigualdades. Programas como Mano de la Mano de la FAO están activos en numerosos países para apoyar a los agricultores y mejorar la seguridad alimentaria.

En América, el programa Mano de la Mano está presente en varios países, incluyendo República Dominicana, donde se enfoca en la provincia de Pedernales. Esta iniciativa identifica zonas con potencial agrícola para sacar a los agricultores de la pobreza de manera sostenible. Se desarrollan planes de inversión basados en las necesidades específicas de cada país, como capital humano, suelo, semillas e irrigación. Se utiliza una aproximación territorial para acompañar técnicamente a los países en su desarrollo agrícola.

Máximo Torero destaca la importancia de garantizar el derecho a la alimentación, mejorar la producción y reducir el desperdicio de alimentos. La pobreza y el hambre siguen siendo problemas urgentes a nivel mundial, con millones de personas que no tienen acceso a una dieta saludable. La agricultura puede jugar un papel crucial en la lucha contra estos desafíos, ya que es el sector que más puede contribuir a combatir el cambio climático.

En Centroamérica, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y otros países de la región, se están implementando iniciativas para promover la seguridad alimentaria y reducir la pobreza a través de la agricultura. La FAO trabaja con los países para identificar sus necesidades específicas y desarrollar planes de inversión adaptados a sus contextos. Es fundamental trabajar de la mano con las comunidades locales para lograr un impacto significativo y duradero en la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola sostenible.

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