El Banco Mundial espera una estabilización de la economía mundial este año, con un crecimiento global del 2,6 %. Este crecimiento está principalmente sostenido por Estados Unidos, que ha tenido un desempeño inesperadamente fuerte. Sin embargo, las economías de bajos ingresos enfrentan desafíos como la deuda, el cambio climático, los conflictos y deficiencias estructurales que están obstaculizando su recuperación. El economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill, señaló que la economía global continuará creciendo a un ritmo estable en los próximos años, con un crecimiento del PIB del 2,7 % en 2025-26.
Las perspectivas son sombrías para las economías en desarrollo y especialmente para las de bajos ingresos, que no están logrando un buen desempeño en términos de crecimiento, enfrentando conflictos, impacto climático y perspectivas débiles. Esto afecta a un gran número de países en todo el mundo, con el 60% de los países experimentando un crecimiento más débil que antes de la pandemia. Aproximadamente un cuarto de todas las economías en desarrollo serán más pobres que antes de la pandemia, lo que refleja la difícil situación que enfrentan estas regiones.
La actualización al alza de las perspectivas económicas, en comparación con enero, se debe en gran medida a la mejora de las proyecciones para la economía de Estados Unidos, que continúa mostrando fortaleza a pesar de la inflación relativamente alta. La zona euro también experimentará un crecimiento modesto en los próximos años, con un crecimiento del 0,7 % este año y proyectado a crecer al 1,4 % en 2025 y 1,3 % en 2026. Latinoamérica, por otro lado, crecerá un 1,8 % este año, con un repunte al 2,7 % en 2025, impulsado por la estabilidad en Brasil y México.
A pesar de las mejoras en las proyecciones, las economías de bajos ingresos siguen enfrentando desafíos significativos que obstaculizan su crecimiento y desarrollo. El informe del Banco Mundial destaca la importancia de abordar problemas como la deuda, el cambio climático, los conflictos y las deficiencias estructurales para lograr una recuperación sostenible en estas economías. En un contexto global de incertidumbre, es fundamental tomar medidas para apoyar el crecimiento inclusivo y sostenible en todas las regiones.
El Banco Mundial también enfatiza la necesidad de fortalecer la cooperación internacional y brindar apoyo a las economías en desarrollo para superar los desafíos actuales. Esto involucra la implementación de políticas efectivas y sostenibles que fomenten el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la creación de empleo. A medida que el mundo se recupera de la pandemia de la COVID-19, es fundamental trabajar juntos para construir un futuro más próspero y equitativo para todos.