Una de las principales barreras para la identificación de cadáveres en República Dominicana es la falta de conocimiento de los familiares sobre cómo ofrecer información precisa a las autoridades del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). Sonia Lebrón, directora del Inacif, explicó que muchos parientes que reclaman cuerpos en la morgue no proporcionan datos claros sobre sus familiares, como registros dentales, conocimiento de la estatura, pruebas de tatuajes, entre otros. Los tatuajes tienen un valor importante para identificar un cadáver y se incluyen entre las características requeridas para un perfil biológico. Lebrón destacó la importancia de realizar estudios odontológicos y guardar al menos una copia como muestra en casa, ya que son uno de los métodos más certeros para la identificación de cadáveres. Además, señaló que, aunque las pruebas de ADN son importantes, si no hay una persona para realizar la comparación, estas no sirven de nada. En algunos casos, las huellas de las personas fallecidas no son útiles; algunas se encuentran en estado de descomposición, y otras no están registradas en la base de datos.

La directora del Inacif mencionó que, en algunos casos, las huellas de las personas fallecidas no son útiles; algunas se encuentran en estado de descomposición, y otras no están registradas en la base de datos. Incluso cuando llega el momento establecido para inhumar los cuerpos que están en la morgue del Inacif, que es entre uno a tres meses, se intenta conservarlos el mayor tiempo posible antes de trasladarlos a uno de los nichos destinados a personas no reclamadas. Lebrón señaló que la última inhumación de cadáveres se realizó hace menos de tres semanas, sin dar detalles sobre la cantidad de cuerpos que fueron trasladados a los nichos bajo su custodia. Anteriormente, en enero, se habían llevado 125 cadáveres no reclamados desde el Inacif a las fosas comunes del Cementerio Municipal Los Casabes, en Santo Domingo Norte, para su sepultura. La directora instó a los familiares de personas desaparecidas a acudir a cada una de las regionales del Inacif para confirmar o descartar si su ser querido se encuentra en el lugar. Les pidió que proporcionen información que pueda ser validada con los datos postmortem que tienen disponibles, ya que sin una identificación antemortem, no pueden identificar los cadáveres.

Lebrón invitó a los familiares de personas desaparecidas a acercarse a las distintas sedes del Inacif para confirmar o descartar si su ser querido se encuentra en el lugar. Pidió que proporcionen información que pueda ser validada con los datos postmortem disponibles, ya que sin una identificación antemortem, no pueden identificar los cadáveres. Aunque no especificó la cantidad de cadáveres que hay en los depósitos del Inacif, dijo que actualmente están trabajando en varios casos de identificación. Además, indicó que las huellas de algunas personas fallecidas no son útiles debido a la descomposición de los cuerpos o la falta de registros en la base de datos. La directora destacó que es fundamental que los familiares de personas desaparecidas proporcionen información precisa y que mantengan registros como estudios odontológicos para facilitar la identificación de cadáveres.

En resumen, una de las principales dificultades para la identificación de cadáveres en República Dominicana es la falta de información precisa proporcionada por los familiares a las autoridades del Inacif. Sonia Lebrón, directora del Inacif, destacó la importancia de los registros dentales, conocimiento de la estatura, pruebas de tatuajes y otros detalles para identificar adecuadamente a las personas fallecidas. Además, señaló que los estudios odontológicos son uno de los métodos más certeros para la identificación de cadáveres. Por otro lado, Lebrón mencionó que, a pesar de la importancia de las pruebas de ADN, no son útiles si no hay una identificación antemortem para comparar. La directora instó a los familiares de personas desaparecidas a acudir a las sedes del Inacif para confirmar si sus seres queridos se encuentran en el lugar, proporcionando información que pueda ser validada con los datos postmortem disponibles. Aunque no especificó la cantidad de cadáveres en los depósitos del Inacif, indicó que actualmente trabajan en varios casos para identificación y que algunas huellas no son útiles debido a la descomposición de los cuerpos o la falta de registros en la base de datos.

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