La Dirección General de Aduanas de la República Dominicana destruyó más de 64 millones de unidades de cigarrillos que intentaron ser introducidos al país sin el pago de los impuestos correspondientes. Eduardo Sanz Lovatón, director general de Aduanas, señaló que por primera vez el Estado dominicano está colaborando en la lucha contra los ilícitos. Sanz Lovatón destacó que esta acción es parte de un esfuerzo para demostrar que la República Dominicana es un destino de inversión seguro. Los cigarrillos confiscados fueron decomisados en diversos puertos, aeropuertos y pasos fronterizos del país, con la colaboración de la Armada Dominicana, la Dirección General de Impuestos Internos y el Ministerio Público. Se estima que la evasión fiscal por estos productos arroja una suma cercana a los 377 millones de pesos dominicanos.
En el acto de destrucción de los cigarros participaron diplomáticos de la embajada de los Estados Unidos en República Dominicana, representantes de la mesa de ilícitos, miembros de la Asociación Dominicana de la Industria del Cigarrillo y funcionarios de otras entidades gubernamentales relacionadas con el comercio. Juliana Guerra, directora comercial de Phillip Morris, expresó su agradecimiento a la Dirección General de Aduanas por su labor en la lucha contra los ilícitos y resaltó la importancia de la alianza entre los sectores público y privado en la lucha contra este problema. Esta colaboración entre diferentes actores es fundamental para combatir eficazmente el contrabando y la evasión fiscal en el país, así como para promover un entorno de negocios transparente y seguro.
La destrucción de más de 64 millones de unidades de cigarrillos constituye un avance significativo en la lucha contra el comercio ilegal en la República Dominicana. Esta acción es parte de una estrategia integral para combatir el contrabando y la evasión fiscal, que afectan negativamente la economía del país y socavan la competitividad de las empresas legales. El trabajo conjunto entre las autoridades aduaneras, la Armada Dominicana, la DGII, el Ministerio Público y otros organismos es fundamental para garantizar que se respeten las leyes y se protejan los intereses de los contribuyentes y las empresas legítimas.
La evasión fiscal derivada del contrabando de cigarrillos representa una pérdida significativa de ingresos para el Estado dominicano. Según las autoridades, la cantidad de impuestos no pagados por los cigarrillos confiscados asciende a cientos de millones de pesos dominicanos. Esta situación afecta la recaudación fiscal del país, dificultando la realización de inversiones en infraestructura, educación, salud y otros servicios públicos esenciales. Por lo tanto, es vital implementar medidas efectivas para combatir el contrabando y la evasión fiscal en todos los sectores de la economía, incluyendo el mercado de tabaco.
La colaboración entre el sector público y privado es fundamental para combatir eficazmente el comercio ilegal en la República Dominicana. La participación de empresas tabacaleras como Phillip Morris en la lucha contra el contrabando de cigarrillos demuestra el compromiso del sector privado en contribuir a la seguridad y legalidad del mercado. Esta alianza entre el gobierno y las empresas legales es crucial para fortalecer el Estado de derecho y promover un entorno de negocios justo y transparente. La destrucción de los cigarrillos decomisados es una muestra clara de que las autoridades están trabajando activamente para combatir el contrabando y proteger los intereses de la economía nacional.