La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) ha realizado un llamamiento global para invertir en planes de preparación y acción temprana en la región del Caribe, que enfrenta una de sus peores temporadas de huracanes. La representante de la FICR para el Caribe, Rhea Pierre, advirtió que la crisis climática está afectando a las naciones caribeñas, y que solo están al principio de la temporada de huracanes. Los efectos del cambio climático se harán sentir con fuerza durante esta temporada, haciendo que eventos como el huracán Beryl sean cada vez menos excepcionales en la zona.
Tras el paso del huracán Beryl, equipos de la Cruz Roja están apoyando las labores de evaluación y socorro en países como Granada, San Vicente y las Granadinas, Barbados y Jamaica. En Granada, las islas de Carriacou y Petit Martinique resultaron gravemente dañadas, con un 70 % y un 97 % de los edificios afectados respectivamente. En San Vicente y las Granadinas, aproximadamente el 90 % de las islas del archipiélago se han visto afectadas. En Jamaica, se distribuyeron mantas y kits de higiene para atender a las poblaciones más vulnerables, en lo que se considera el temporal más potente desde el huracán Dean en 2007.
Se estima que más de 100,000 personas han sido afectadas en Granada, unas 40,000 en San Vicente y las Granadinas y 920,000 en Jamaica. Ante estas cifras, la representante regional de la Cruz Roja ha pedido que los planes de respuesta humanitaria sean coordinados, inclusivos y no discriminatorios para cubrir las necesidades críticas de las poblaciones afectadas. Las Naciones Unidas han puesto a disposición 4 millones de dólares del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia para implementar una respuesta humanitaria.
El huracán Beryl, que alcanzó rápidamente la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, se encuentra ahora en categoría 3 y se desplaza hacia México, con rachas de viento de hasta 185 kilómetros por hora. Se esperan lluvias fuertes y riesgo de mareas altas e inundaciones costeras en las comunidades más vulnerables. A pesar de que ha disminuido su intensidad, continuará causando daños. Es vital trabajar en la preparación y en la acción temprana para hacer frente a los impactos de los huracanes en la región del Caribe y proteger a las poblaciones afectadas.
En medio de una temporada de huracanes cada vez más intensa debido al cambio climático, es fundamental que los organismos internacionales y los gobiernos locales trabajen juntos para mitigar los impactos de estos fenómenos naturales. La Cruz Roja, la ONU y otras organizaciones humanitarias están desempeñando un papel crucial en el apoyo a las comunidades afectadas por desastres naturales en el Caribe. Es necesario seguir invirtiendo en planes de preparación, respuesta y recuperación para garantizar la seguridad y la resiliencia de las poblaciones vulnerables en la región.