El presidente Luis Abinader ha comenzado a ejecutar la primera gran reforma durante su mandato. Esta reforma constitucional pretende institucionalizar el país y abarca cambios como la reducción de diputados, una nueva forma de elegir al procurador, la unificación de las elecciones, la integración del presidente del Tribunal Constitucional en el Consejo de la Magistratura y la prohibición de un tercer mandato consecutivo en la Presidencia. Esta reforma se llevará a cabo con una votación especial de las dos terceras partes de los presentes en la Asamblea Nacional, donde los legisladores del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se espera que dominen la sala con sus votos.

Para llevar a cabo la reforma constitucional, los asambleístas fueron convocados para reunirse en la Asamblea Nacional, donde se presentarán los puntos a reformar y se procederá a votar por los cambios a la Carta Magna. Los legisladores oficialistas y sus aliados, que suman 176 votos, tienen la mayoría necesaria para modificar, aceptar o rechazar la reforma constitucional sin la ayuda de los opositores. A pesar de esto, miembros de la oposición del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo han anunciado que se mantendrán presentes durante la sesión especial para vigilar el proceso de enmienda.

Los diputados de la oposición han expresado su rechazo a la reforma, considerándola "innecesaria" en comparación con otras necesidades ciudadanas. Han indicado que estarán registrando su voto en contra y también se mantendrán firmes en la Asamblea para asegurar que los oficialistas no introduzcan temas distintos en la reforma que vayan en contra de las intenciones del presidente Abinader. Aunque los puntos de la reforma ya han sido expuestos y discutidos, la Asamblea Nacional tiene la facultad e independencia para cambiar los aspectos propuestos o introducir nuevos cambios a último momento.

La reforma constitucional impulsada por el presidente Abinader es parte de un paquete de reformas que buscan institucionalizar el país. A través de esta reforma, se pretende hacer cambios significativos en la organización y funcionamiento del Estado dominicano. Los legisladores del PRM se espera que tengan el control durante la votación, ya que cuentan con la mayoría necesaria para aprobar la reforma sin la ayuda de los opositores. A pesar de la discrepancia de la oposición, la reforma constitucional se llevará a cabo con la presencia de todos los asambleístas para garantizar un proceso transparente y democrático.

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