La Conferencia del Episcopado Dominicano expresó su posición sobre la reforma fiscal propuesta por el Gobierno, destacando la importancia de un enfoque centrado en la justicia social y el bien común. Los obispos enfatizaron diez puntos clave para garantizar que los ajustes no perjudiquen a los sectores más vulnerables. Valoraron los esfuerzos del gobierno por fortalecer la economía del país, pero pidieron que cualquier ajuste se realice con un enfoque humanista y equitativo, considerando las necesidades de todos los ciudadanos, especialmente los más desfavorecidos. Exhortaron a autoridades, sectores económicos y sociedad a participar en un diálogo abierto y constructivo para evitar perjudicar a los más vulnerables.

Expresaron preocupación por el posible impacto de la reforma en los sectores de ingresos medios y bajos, mencionando que un aumento en la carga tributaria podría dificultar la vida de las familias de estos grupos. Recordaron que la justicia social debe ser el principio rector de cualquier política pública y que los ajustes fiscales no deben realizarse a expensas de los sectores más vulnerables. Invitaron al Gobierno a considerar el carácter redistributivo de la reforma, asegurando que los cambios fiscales contribuyan a una distribución más equitativa de la riqueza y a la protección de los derechos fundamentales de todas las personas.

La Conferencia Episcopal insistió en que las decisiones sobre la reforma fiscal deben tomarse a través de un proceso de consulta que involucre a todos los sectores de la sociedad. El diálogo debe ser inclusivo, abarcando a representantes de todos los grupos sociales, incluidas autoridades, sectores económicos, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, organizaciones religiosas y grupos comunitarios. Solo a través de un proceso inclusivo se podrá garantizar que la reforma fiscal refleje las verdaderas necesidades de la nación y proteja a los ciudadanos más vulnerables.

Los obispos llamaron a los dominicanos a unirse en solidaridad y compromiso con el bien común, promoviendo un desarrollo integral para todos. La Iglesia reafirma su compromiso de apoyar a los más desfavorecidos, abogando por políticas públicas que fomenten una sociedad más justa y solidaria. Finalmente, reiteraron su disposición a colaborar con todos los sectores en la búsqueda de soluciones para promover un desarrollo sostenible y equitativo. La Iglesia está comprometida en estar al lado de los más necesitados y abogar por políticas que beneficien a toda la sociedad de manera justa y equitativa.

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