La Secretaría General de la Comunidad Andina (CAN) rechazó en términos contundentes cualquier ataque contra la democracia en Bolivia, un país miembro de este organismo. En un comunicado, la CAN hizo un llamado al cumplimiento del Protocolo Adicional al Acuerdo de Cartagena para garantizar la democracia y el Estado de derecho en Bolivia. Esta declaración se produjo tras un intento de golpe de Estado en Bolivia liderado por el comandante general del Ejército, Juan José Zuñiga, quien derribó la puerta de la sede del Ejecutivo en La Paz.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció el intento de golpe de Estado en su país, instando a sus seguidores y ciudadanos a movilizarse para defender la democracia. Tanto Arce como el ex presidente Evo Morales alertaron sobre un golpe de Estado militar dirigido por Zuñiga y llamaron a la resistencia contra esta acción. El comandante Zuñiga anunció la intención de cambiar el gabinete de Gobierno y liberar a presos políticos, como la ex presidenta interina Jeanine Áñez, tras derribar la puerta de la sede del Ejecutivo con un tanque.

La tensión en Bolivia aumentó con el intento de golpe de Estado, que provocó una respuesta inmediata de las autoridades gubernamentales y de las figuras políticas del país. El presidente Arce y el ex presidente Morales destacaron la importancia de defender la democracia y el Estado de derecho frente a las acciones antidemocráticas de Zuñiga y su grupo militar. Este episodio generó preocupación en la comunidad internacional debido a la fragilidad de la democracia en la región y la necesidad de preservarla.

La Secretaría General de la CAN se manifestó en solidaridad con Bolivia y llamó a respetar las normas democráticas y el Estado de derecho en este país. La comunidad internacional siguió de cerca la situación en Bolivia y mostró su preocupación por el intento de golpe de Estado, instando al diálogo y la reconciliación para evitar una escalada de conflictos y preservar la estabilidad democrática. La respuesta de la CAN y de otros organismos regionales fue unánime en condenar cualquier acto que amenace la democracia en Bolivia y en la región.

El golpe de Estado en Bolivia evidenció la fragilidad de las instituciones democráticas en el país y la necesidad de fortalecerlas para evitar acciones antidemocráticas como las perpetradas por Zuñiga y su grupo militar. El llamado a la movilización por parte del presidente Arce y del ex presidente Morales reflejó la voluntad del pueblo boliviano de defender su democracia y sus derechos constitucionales frente a cualquier intento de ruptura del orden democrático. La solidaridad internacional con Bolivia reafirmó la importancia de preservar la democracia y el Estado de derecho en la región andina y en todo el continente.

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