La Comisión Europea seguirá aplicando aranceles a la importación de vehículos eléctricos desde China, ya que en la votación de este viernes no se alcanzó una mayoría cualificada en contra de la propuesta. En la votación, 10 países votaron a favor, cinco en contra y 12 se abstuvieron. La propuesta para imponer derechos compensatorios definitivos obtuvo el apoyo necesario de los Estados miembros, y la UE y China seguirán buscando una solución alternativa compatible con la OMC.

Los aranceles, que se aplican de forma provisional desde julio, entrarán en vigor de manera definitiva cuando se publiquen en el Diario Oficial de la UE, a más tardar el 30 de octubre. La división entre los Veintisiete ha aumentado en los últimos meses, con una fractura en el eje franco-alemán, ya que París votó a favor y Berlín en contra. Alemania ha endurecido su postura, absteniéndose en una primera votación no vinculante a mediados de julio. España pidió a la Comisión Europea seguir negociando con China en el marco de la OMC.

En julio, Bruselas decidió aplicar aranceles del 36.3 % a SAIC, del 19.3 % a Geely y del 17 % a BYD, considerando que reciben subvenciones que perjudican a los fabricantes de la UE. Estos aranceles también afectan a las importaciones de fabricantes occidentales que producen en China, como Tesla, Dacia o BMW, que serían gravados con un 21 %. En respuesta, China inició una investigación a las importaciones de carne de cerdo y productos lácteos de la UE. España tiene un gran interés en este tema, ya que representa una importante factura de exportaciones para el país.

En cuanto a la relación comercial entre la UE y China, Bruselas decidió impugnar la investigación china a los productos lácteos ante la OMC la semana pasada. La situación actual refleja la complejidad de las relaciones comerciales entre los dos territorios y la necesidad de encontrar soluciones que respeten las normas de la OMC. A pesar de la aplicación de aranceles, la UE y China continuarán trabajando juntas para encontrar una solución que sea beneficiosa para ambas partes y que no viole las normas internacionales de comercio.

En resumen, la UE seguirá aplicando aranceles a la importación de vehículos eléctricos desde China, a pesar de no haber alcanzado una mayoría en contra de la propuesta en la votación de los países miembros. Esta medida ha generado tensiones y divisiones entre los Estados miembros, con países como Alemania endureciendo su postura. A pesar de esto, la UE y China continuarán buscando una solución alternativa que sea compatible con la OMC. La aplicación de aranceles también ha llevado a represalias por parte de China, lo que ha complicado aún más la situación. En este contexto, la resolución de la OMC puede ser clave para resolver esta disputa comercial.

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