El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró con una caída del 1,12% el pasado martes, alcanzando los 81,41 dólares el barril, después de que el huracán Beryl no causara daños significativos en las infraestructuras de producción y refino de la costa del Golfo. Los contratos de futuros del WTI para entrega en agosto restaron 92 centavos de dólar al cierre de la sesión anterior en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex). A pesar de que el paso de la tormenta tropical Beryl por Texas dejó cuatro muertos y un apagón masivo, el debilitamiento del huracán a tormenta tropical tras tocar tierra en Matagorda (Texas) ejerció presión bajista en el mercado.

El puerto de Corpus Christi, una importante terminal de exportación de petróleo, ha comenzado su fase de recuperación después de la tormenta y no ha reportado impactos significativos, según un comunicado oficial. El analista John Evans de la firma petrolera PVM señaló que, aunque la reacción del mercado al huracán ha sido moderada, la tormenta puede ser una advertencia de la activa temporada de huracanes de este año. Los operadores están atentos a los datos de inventarios de crudo en Estados Unidos de la semana pasada, que se publicarán próximamente. Se espera que los inventarios de crudo y gasolina disminuyan, reflejando un aumento en la demanda.

Por otro lado, se esperaba que la OPEP y sus aliados cubrieran el 41% de la demanda mundial de crudo en los años 2024 y 2025. Mientras tanto, en otros mercados, los contratos de gas natural para entrega en agosto descendieron a 2,34 dólares por mil pies cúbicos y los contratos de gasolina para el mismo mes bajaron a 2,52 dólares el galón. En cuanto a la situación en Texas, a pesar de los daños causados por la tormenta tropical Beryl, la recuperación de las infraestructuras de producción y refino de petróleo parecen estar en camino, lo que influyó en la tendencia bajista del precio del petróleo.

Los análisis de los expertos apuntan a que la activa temporada de huracanes de este año podría seguir afectando el mercado energético en los próximos meses. A pesar de que el huracán Beryl no causó daños significativos en las infraestructuras de producción y refino de petróleo en la costa del Golfo, su paso por Texas dejó varios muertos y un apagón masivo. Hasta el momento, la reacción del mercado a la tormenta ha sido moderada, aunque se espera que la recuperación de las áreas afectadas pueda tomar tiempo.

Los operadores estarán pendientes de los datos de inventarios de crudo en Estados Unidos de la semana pasada, con el fin de determinar la situación de la demanda en el país. Se espera que los inventarios de crudo y gasolina disminuyan de forma sostenida, lo que podría reflejar un incremento en la demanda y tener un impacto en los precios del petróleo. Mientras tanto, la OPEP y sus aliados continúan trabajando para cubrir una parte significativa de la demanda mundial de crudo en los próximos años. En resumen, el mercado del petróleo sigue fluctuando debido a factores externos como los huracanes y la demanda global de energía.

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