La líder opositora venezolana María Corina Machado se ha trasladado a la clandestinidad en Venezuela debido al temor por su vida, después de denunciar fraude en la reelección del presidente Nicolás Maduro. Machado afirma que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó las elecciones y cuenta con pruebas para demostrar el presunto robo de los comicios. Ambos líderes hicieron su última aparición pública en una concentración en Caracas junto a miles de personas. Ante la escalada de amenazas en su contra, Machado expresó en un artículo en el Wall Street Journal su temor por su vida y libertad, encontrándose actualmente resguardada y planeando dirigirse al país para hablar.

Tras la proclamación de Maduro, estallaron protestas en Caracas y otras ciudades que dejaron 11 civiles muertos y más de 1,000 detenidos. Machado ha abogado por el cese de la represión en las protestas y la implementación de un acuerdo para facilitar la transición a la democracia. Por su parte, Maduro responsabilizó a Machado y a González Urrutia de violencia durante las manifestaciones, indicando que deben ser arrestados. La autoridad electoral aún no ha presentado el detalle de los resultados electorales, mientras Machado ha lanzado un sitio web con actas de votación que, según ella, prueban la victoria de la oposición, generando presión internacional por un escrutinio transparente.

La oposición en Venezuela ha denunciado una persecución contra dirigentes antichavistas, con un centenar de detenidos en los últimos meses. Muchos colaboradores cercanos de Machado se han refugiado en embajadas extranjeras, como la de Argentina que fue transferida a Brasil tras la expulsión del personal diplomático en Venezuela. La vida comienza a normalizarse en Caracas después de las protestas, pero persiste un ambiente de temor, especialmente en barrios donde los vecinos evitan discutir las elecciones por miedo a delaciones y arrestos. Maduro ha ordenado un despliegue de seguridad para evitar un supuesto golpe de Estado por parte de la oposición y la Fuerza Armada se ha mantenido monolítica en su apoyo al mandatario.

La reelección de Maduro ha generado preocupación a nivel mundial, con llamados a una mayor transparencia en los resultados electorales y temores de una nueva ola migratoria. Países como México, Brasil y Colombia, gobernados por presidentes de izquierda afines a Maduro, han impulsado un acuerdo de convivencia en Venezuela. La diáspora de venezolanos que han abandonado el país desde 2014 debido a la crisis ya suma 7.5 millones de personas, ampliando la preocupación por la situación en el país. Machado ha instado a la comunidad internacional a decidir si tolera un gobierno considerado ilegítimo, dejando en manos de otros países la responsabilidad de tomar medidas con respecto a la situación en Venezuela.

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