La Academia Dominicana de la Lengua ha incorporado al académico José Alcántara Almanzar como miembro de Número el Sillón D en un acto celebrado en la institución ubicada en la Zona Colonial de Santo Domingo. Almanzar fue recibido por José Mármol y Pedro Bergés, quienes lo acompañaron a la mesa de honor, donde Rafael Peralta Romero, secretario de la entidad, inició el acto.
En su discurso, Almanzar agradeció a diversas personalidades, entre ellas Federico Miniño Gómez, como escritor y maestro. Hizo un recorrido por los orígenes y evolución del cuento, destacando a sus maestros, características y dificultades técnicas. También mencionó un cuento de su autoría en "En Carne viva", donde narró hechos violentos ocurridos en Santo Domingo en 1984 durante el gobierno de Salvador Jorge Blanco.
Tras finalizar su discurso, Pedro Vergés, escritor y académico, dedicó unas palabras de recepción y bienvenida a Almanzar por su ingreso a la academia, resaltando sus cualidades como profesional de la narrativa. Al evento asistieron varios miembros de la academia y personalidades destacadas, incluidos José Luis Corripio Estrada, Ana Corripio, María Amalia León, Juan Carlos Mieses, Carmen Heredia, Manuel García, Basilio Belliard y Emilia Pereyra, entre otros.
Durante el acto, se leyó una breve biografía de Almanzar, nacido en mayo de 1946, quien fue profesor en diferentes instituciones educativas, incluido el Fulbright en Stimaan College, Alabama, Estados Unidos. Además, colaboró en el diccionario "Caribbean Writers: Abiobibliographical Critical Encyclopedia" en 1979 y ha publicado seis colecciones de cuentos y memorias para el Grupo León Jimenes.
Al finalizar la ceremonia, el presidente de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier, entregó a Almanzar un certificado y una medalla que lo acreditan como miembro de la institución. Fundada en 1927 en Santo Domingo, la academia tiene como objetivo el estudio de la lengua española como fundamento de la cultura dominicana y aplica su lema "La lengua es la patria", gracias a la iniciativa del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel y un grupo de notables intelectuales del país.