La vicepresidenta Kamala Harris y Donald Trump están realizando diversas visitas a Arizona con el objetivo de asegurar los once votos electorales de este estado clave. Harris ha intervenido en un mitin en Chandler, instando a los votantes a participar en las elecciones del 5 de noviembre. También se espera que tenga eventos con votantes en Phoenix, donde la primera dama Jill Biden se unirá a la campaña. Mientras tanto, Trump tiene planeada una visita a Prescott Valley. La votación temprana ya comenzó en Arizona, lo que significa que el tiempo se agota para ambos candidatos.
Según la Encuesta de Votantes 2024 realizada por el Centro para el Futuro de Arizona (CFA), los votantes buscan un claro liderazgo y propuestas a largo plazo de los candidatos. Buscan soluciones a problemas como el calentamiento global, la conservación del agua y la economía. El 65% de los votantes encuestados eligen a un candidato basándose en sus propuestas. A pesar de que Harris y Trump han hablado mucho sobre el tema migratorio en Arizona, los votantes del estado no parecen divididos en este tema, ya que el 77% favorece una reforma migratoria con un camino a la ciudadanía y el 82% cree que los políticos deben trabajar juntos para enfrentar la crisis en la frontera.
A pesar de las propuestas de Harris para restringir el proceso de asilo y las promesas de deportaciones masivas y ampliación del muro fronterizo por parte de Trump, los votantes indecisos como Ramón Ramírez no se sienten convencidos por ninguno de los dos. La vicepresidenta ha sido percibida como débil y el expresidente como cruel. Según un sondeo de AARP, Harris y Trump están prácticamente empatados en Arizona, con un 50% a favor de Trump frente al 48% de la vicepresidenta. Aún hay un 2% de votantes indecisos, por lo que cada voto cuenta. El voto latino en Arizona también está dividido, favoreciendo ligeramente a Trump.
Durante las elecciones presidenciales de 2020, Joe Biden obtuvo una victoria histórica en Arizona, un tradicional estado republicano, por menos de 11.000 votos. Este año, la lucha por los votos electorales continúa en Arizona, donde cada voto puede marcar la diferencia. Harris y Trump tienen el desafío de convencer a los votantes con sus propuestas y liderazgo. Ambos candidatos han intensificado sus esfuerzos en Arizona, tratando de asegurar la preferencia de los votantes antes de las elecciones del 5 de noviembre.
