La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, llegó a Chicago para participar en la Convención Nacional Demócrata, donde será oficializada como la abanderada del partido en la pelea contra Donald Trump por la Casa Blanca. Harris, de 59 años, recibió el respaldo de Joe Biden para liderar la campaña luego de que este decidiera no buscar la reelección tras críticas por su desempeño en un debate contra Trump. Una encuesta la ubica ligeramente por encima del mandatario, pero Harris no se confía y sigue trabajando para ganar cada voto. Mientras tanto, Trump ha optado por descalificar a Harris a través de insultos personales y detalla una agenda de eventos en estados clave como Pensilvania.
En la Convención Nacional Demócrata, unas 50,000 personas se reunirán en Chicago para escuchar a Harris dar el discurso más importante del evento el jueves. El dispositivo de seguridad es intenso, con alrededor de 2,500 policías en las calles para garantizar la seguridad durante la convención. La presencia de activistas en las calles también es notoria, con protestas a favor de los derechos reproductivos, de la comunidad LGBT y por un cese del fuego en Gaza. Las autoridades locales han prometido proteger la expresión pacífica de los manifestantes, pero advierten que cualquier alboroto será reprimido y los responsables arrestados.
En el evento, pesos pesados del Partido Demócrata como Barack Obama y su esposa Michelle, respaldarán a Harris. La pareja buscará avivar la pasión de los demócratas y recordarán la euforia de la campaña de Obama en 2008. El discurso de Biden también será importante, ya que será un cierre de su carrera política y un respaldo a Harris. El objetivo de la convención es demostrar unidad y entusiasmo frente a Trump, que sigue siendo el líder del Partido Republicano y adorado por sus bases. La presencia de Hillary Clinton, derrotada por Trump en 2016, recordará a los demócratas la importancia de no dar nada por sentado y trabajar duro para ganar las elecciones.
Harris ha vivido un mes agitado en la política estadounidense, con giras en estados clave como Pensilvania y enfrentando los ataques de Trump. La vicepresidenta no se considera favorita y sigue trabajando para ganar cada voto y estar en contacto con la gente. Mientras tanto, Trump ha tenido que redefinir su estrategia de ataque tras la salida de Biden y ha intensificado sus eventos en estados como Michigan, Carolina del Norte y Arizona. La competencia entre ambos candidatos promete ser reñida y la convención en Chicago será un momento clave en la campaña.
La Convención Nacional Demócrata representa un hito en la carrera de Harris, quien se enfrenta a un momento crucial en su carrera política al ser oficializada como abanderada del partido. La reunión en Chicago contará con la presencia de activistas, autoridades locales, y pesos pesados del Partido Demócrata, que respaldarán a Harris y buscarán avivar la pasión de los demócratas de cara a las elecciones contra Trump. La cita promete ser una muestra de unidad y entusiasmo frente al mandatario republicano, quien ha sido objeto de críticas y desafíos por parte de Harris y su equipo de campaña.