En Santiago, la Policía informó que Junior Alexander Jiménez Martínez, también conocido como Junior Boca Chula, fue abatido después de atacar a tiros a agentes de DICRIM mientras se resistía al arresto. Jiménez Martínez era buscado por su presunta implicación en un doble homicidio, así como por herir a una persona e intentar asesinar a otra con un arma de fuego en diferentes fechas en la ciudad. El enfrentamiento tuvo lugar en el sector Gurabo, donde los agentes de DICRIM le daban seguimiento al delincuente para detenerlo.
Según el informe policial, Jiménez Martínez atacó a los agentes con una pistola Glock calibre 9mm sin documentación, lo que obligó a los agentes a repeler la agresión. Durante el intercambio de disparos, Jiménez Martínez resultó herido y fue trasladado a un centro de salud, donde finalmente falleció mientras recibía atención médica. El incidente ocurrió mientras Jiménez Martínez se encontraba estacionado en una yipeta Mazda CX-5 azul, desde donde inició el ataque a los agentes y luego huyó en el vehículo mientras continuaba disparando.
El prontuario de Junior Boca Chula reveló que tenía una orden de arresto por intento de homicidio contra José Mercado Contrera en diciembre de 2023, además de estar implicado en el caso de herir a Kelvin Pérez Báez en 2011 y en los asesinatos de Feliz Joel Peña Espinal y Francis Augusto Moreta Jiménez en 2009. En la escena del enfrentamiento, se encontró el arma utilizada por Jiménez Martínez, la cual al ser analizada no arrojó datos relevantes. El cadáver del delincuente fue enviado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses INACIF para los procedimientos legales correspondientes.
Este incidente resalta la peligrosidad de ciertos individuos buscados por la justicia, como en el caso de Junior Boca Chula, quien protagonizó un enfrentamiento armado con agentes policiales al resistirse a ser arrestado. La rápida intervención de la policía evitó que el delincuente causara más daño, pero también puso en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de seguridad para enfrentar a criminales violentos que representan una amenaza para la sociedad.
Las autoridades policiales resaltaron la importancia de la labor de DICRIM en la captura de prófugos de la justicia, como en este caso, donde la rápida acción de los agentes resultó en la neutralización de un individuo peligroso. La cooperación entre diferentes unidades policiales y el uso de estrategias efectivas son fundamentales para garantizar la seguridad de la población y llevar a los delincuentes ante la justicia. La información recopilada en el prontuario de Junior Boca Chula revela la gravedad de sus acciones criminales y la necesidad de su captura para prevenir futuros delitos.
En un contexto de violencia y criminalidad, la actuación de las fuerzas policiales es crucial para mantener el orden y la seguridad en la sociedad. El incidente con Junior Boca Chula evidencia los riesgos a los que se enfrentan los agentes al enfrentar a delincuentes violentos y peligrosos, pero también resalta la determinación de las autoridades para aplicar la ley y proteger a los ciudadanos. La coordinación entre las diferentes unidades policiales y el uso de técnicas especializadas son esenciales para abordar eficazmente casos de alto riesgo como el de Junior Boca Chula y garantizar la tranquilidad de la población.