La representante especial de las Naciones Unidas para Haití, María Isabel Salvador, advirtió que la misión de seguridad liderada por Kenia para combatir la inseguridad en el país será insuficiente si no se abordan los problemas sociales de fondo. Destacó que la violencia no resuelve los problemas socioeconómicos y puede empeorarlos, haciendo hincapié en la necesidad de atender las causas subyacentes de la inseguridad en Haití. La crisis en el país ha empeorado desde el devastador terremoto de 2010 y eventos posteriores como el asesinato del presidente Jovenel Moïse y la dimisión del primer ministro Ariel Henry.

Haití se encuentra inmerso en una espiral de violencia, con casos de asesinatos, secuestros y violaciones, así como escasez alimentaria y falta de acceso a recursos básicos. La ONU informó que el primer trimestre de 2024 fue el más violento en la historia del país, con 2.500 casos de muertes violentas causadas por bandas criminales. La financiación externa y el flujo de armas sofisticadas han permitido que estas bandas operen de manera efectiva, incluso utilizando drones para identificar la ubicación de la policía y llevar a cabo sus ataques. Se ha pedido a los Estados que controlen el flujo de armas que alimenta el tráfico ilegal en la región.

Se ha desplegado el primer contingente de 200 agentes de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), liderada por Kenia, con el objetivo de acabar con las bandas criminales en Haití. Aunque la misión finalmente podría contar con hasta 3.000 policías mayoritariamente kenianos, aún no se conoce con certeza el número exacto. Otros países como Benín, Jamaica, Bahamas y Antigua y Barbuda han prometido enviar personal, mientras que países como EE.UU., Canadá y Francia proporcionarán equipamiento y financiación. Se espera que esta misión internacional contribuya a restablecer la seguridad en Haití.

María Isabel Salvador expresó esperanza en el compromiso de Kenia y destacó los avances recientes en Haiti, como la renuncia del primer ministro y la formación de un Consejo Presidencial Transitorio para organizar elecciones democráticas en el futuro. A pesar de las protestas y la inestabilidad en Kenia, Salvador confía en que el despliegue de la misión de seguridad continuará sin contratiempos. Se ha instado a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos en apoyo a Haití, que se enfrenta a una situación cada vez más grave, con un creciente número de personas desplazadas y una crisis humanitaria en curso.

La representante de la ONU subrayó la importancia de no abandonar a Haití, a pesar de la fatiga de la cooperación internacional y la apatía hacia la situación del país. Con una población de desplazados internos que alcanza los 580.000, principalmente en Puerto Príncipe, es evidente que la situación en Haití se ha deteriorado drásticamente. Salvador comparó la situación de Haití con conflictos en otras partes del mundo, haciendo un llamado a la comunidad internacional para que no deje de lado la crisis en Haití. En medio de la complejidad y la gravedad de la situación en el país caribeño, se espera que la misión liderada por Kenia contribuya a restablecer la seguridad y la estabilidad en la región.

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