La muerte de siete trabajadores de la organización humanitaria World Central Kitchen en Gaza ha llevado al grupo a pausar sus operaciones en la región y ha generado repercusiones a nivel mundial. El Ejército israelí ha admitido que los trabajadores humanitarios murieron en un ataque accidental por parte de las fuerzas del país. Se ha encargado una investigación independiente para determinar si se abre una investigación criminal sobre el incidente.
Según informes, un dron israelí disparó tres veces contra un convoy de World Central Kitchen a pesar de que los vehículos estaban claramente identificados con el logo de la organización. Entre los fallecidos se encuentran ciudadanos de varios países, incluyendo Australia, Reino Unido, Polonia, Palestina y un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense. Se trata de los primeros trabajadores humanitarios extranjeros asesinados en la guerra de Gaza desde el 7 de octubre.
La Media Luna Roja palestina ha recuperado los cuerpos de los siete trabajadores fallecidos y serán evacuados a través del puesto fronterizo de Rafah en el sur de la Franja. A pesar de que World Central Kitchen haya anunciado la pausa de sus operaciones en Gaza, el presidente de Chipre ha afirmado que los envíos de ayuda humanitaria a la región continuarán, aunque una flotilla ha regresado a Chipre con gran parte de la carga sin entregar después del ataque.
Las autoridades israelíes han elogiado el papel crítico de World Central Kitchen en la región y destacaron su apoyo tras los ataques de Hamás en octubre, que desencadenaron la guerra en Gaza. Sin embargo, el coordinador humanitario de la ONU para los territorios palestinos señaló que el ataque a los trabajadores de WCK no es un incidente aislado, y citó el elevado número de trabajadores humanitarios fallecidos en la región desde octubre de 2023.
En una de las cocinas de World Central Kitchen en Rafah, los trabajadores se encontraban en huelga en protesta por el ataque. Mientras tanto, las autoridades israelíes continúan con planes para una invasión terrestre en Gaza, alegando la presencia de combatientes de Hamás en la zona. Estados Unidos, principal socio militar de Israel, no apoya esta operación, advirtiendo sobre el impacto humanitario en la población civil en el enclave gazatí.