El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) informó que los semáforos del Distrito Nacional, que habían dejado de funcionar, fueron restablecidos luego de generar caos vial en la zona. A pesar de esto, agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) seguían en algunas intersecciones dirigiendo el tránsito manualmente debido a la falta de sincronización en otros lugares. Los semáforos en la intersección de la avenida 27 de Febrero con José Núñez de Cáceres permanecían averiados, por lo que los agentes regulaban el tráfico junto con miembros del Ejército dominicano.

El apagón de los semáforos causó malestar entre los conductores de la zona por los largos embotellamientos vehiculares que se formaron. También hubo problemas para los pasajeros que se quedaron varados al no encontrar transporte público hacia sus destinos, generando filas kilométricas de personas. La situación empeoró con fuertes lluvias que inundaron las principales avenidas de la ciudad, afectando vías como Núñez de Cáceres, Winston Churchill, Abraham Lincoln y John F. Kennedy, por donde circula la mayor cantidad de vehículos y personas diariamente.

El Intrant anunció que en un encuentro con la prensa se darían a conocer los detalles sobre la falla en los semáforos de la capital. La entidad expresó su interés en fortalecer la transparencia y mantener informada a la ciudadanía, explicando los motivos del inconveniente y brindando aclaraciones necesarias. Por su parte, la Digesett aseguró no conocer las razones por las que los semáforos dejaron de funcionar repentinamente, ni tenían información sobre la cantidad de aparatos fuera de servicio.

El empresario José Ángel Gómez Canaán hizo una advertencia en redes sociales hace cuatro días sobre los semáforos, instando al Ministerio Público a tomar medidas y mencionando que el fabricante legítimo de los equipos exigía respuestas y no dudaría en retirarlos si no obtenían una respuesta satisfactoria. Gómez fue relacionado como supuesto accionista de la empresa Transcore Latam, la cual instalaba semáforos en el momento en que fue detenida por un supuesto fraude en una licitación de RD$1,500 millones.

Ante el caos vial provocado por la falta de sincronización de los semáforos del Distrito Nacional, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) logró restablecer el funcionamiento de los mismos. Sin embargo, en algunas intersecciones, agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) seguían regulando manualmente el tráfico debido a la falta de sincronización en otros lugares. En una intersección en particular, ubicada en la avenida 27 de Febrero con José Núñez de Cáceres, los semáforos permanecían averiados, por lo que agentes de la Digesett y miembros del Ejército dominicano dirigían el tránsito.

La falta de funcionamiento de los semáforos generó malestar entre los conductores y pasajeros, quienes se vieron afectados por los largos embotellamientos vehiculares y la dificultad para encontrar transporte público hacia sus destinos. Las fuertes lluvias que inundaron las principales avenidas de la ciudad empeoraron la situación, afectando vías con alto tráfico como Núñez de Cáceres, Winston Churchill, Abraham Lincoln y John F. Kennedy. El Intrant anunció que en un encuentro con la prensa se darían a conocer los motivos detrás de la falla en los semáforos, buscando mantener informada a la ciudadanía y fortalecer la transparencia en sus acciones. Por otro lado, la Digesett admitió desconocer las razones de la falla repentina en los semáforos y la cantidad de aparatos fuera de servicio.

El empresario José Ángel Gómez Canaán emitió una advertencia en redes sociales sobre los semáforos, llamando la atención del Ministerio Público y mencionando que el fabricante legítimo de los equipos exigía respuestas y amenazaba con retirarlos si no obtenían una respuesta satisfactoria. Gómez fue relacionado como supuesto accionista de la empresa Transcore Latam, la cual fue detenida por un supuesto fraude en una licitación de RD$1,500 millones. Esta situación pone en evidencia la importancia de garantizar un adecuado mantenimiento y funcionamiento de los semáforos, así como la transparencia en los procesos de contratación de empresas para estos servicios.

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