El Gobierno de la República Dominicana respondió de manera negativa al informe emitido por el Departamento de Estado de Estados Unidos sobre los derechos humanos en el país. El portavoz del Gobierno, Homero Figueroa, calificó el informe como "agresivo" e "infundado" y aseguró que no refleja la realidad actual de los derechos humanos en la nación caribeña. A pesar de esto, el Gobierno dominicano reiteró su compromiso con el respeto a los derechos humanos y se mostró dispuesto a dialogar constructivamente con Estados Unidos.

El informe del Departamento de Estado de Estados Unidos señaló cambios significativos en la situación de los derechos humanos en la República Dominicana, especialmente respecto a la expulsión masiva de nacionales haitianos y apátridas de ascendencia haitiana. El Gobierno estadounidense criticó la decisión del Gobierno dominicano de cerrar la frontera con Haití, suspendiendo la emisión de permisos de residencia y visados para los migrantes haitianos, lo que puso en mayor riesgo a poblaciones vulnerables.

El informe de Estados Unidos también mencionó la existencia de informes verídicos de devolución de refugiados a Haití, donde podrían enfrentar tortura o persecución, lo cual constituiría un abuso a los derechos humanos. El Gobierno dominicano ha asegurado que estudiará detenidamente el informe y responderá a través de los canales oficiales apropiados en el momento oportuno. Asimismo, manifestó su sorpresa por el tono agresivo del informe y reafirmó su compromiso con el respeto a los derechos humanos.

La postura del Gobierno dominicano respecto al informe ha generado controversia a nivel local, con medios de comunicación haciéndose eco de las críticas realizadas por Estados Unidos. A pesar de la respuesta negativa del Gobierno dominicano, se espera que se abra un diálogo constructivo entre ambas naciones para abordar cualquier preocupación legítima en materia de derechos humanos. La situación de los derechos humanos en la República Dominicana, especialmente en relación con los migrantes haitianos, sigue siendo un tema de controversia.

En medio de esta polémica, el Gobierno dominicano ha mantenido su postura de seguir deportando a haitianos y descarta la apertura de campos de refugiados. Aseguran que la decisión de cerrar la frontera con Haití y suspender la emisión de documentos para los migrantes haitianos está en línea con su política migratoria. Sin embargo, el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos señala que estas medidas están poniendo en riesgo a poblaciones vulnerables que ya enfrentan dificultades. La situación entre ambas naciones sigue siendo delicada y se espera que se puedan encontrar soluciones que respeten los derechos humanos de todos los involucrados.

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