Un autobús escolar con 44 pasajeros, la mayoría niños, se incendió en las afueras de Bangkok. El vehículo accidentado trasladaba a estudiantes y profesores del colegio Wat Khao Phraya para una excursión al norte de la ciudad. Se teme que hasta 25 personas hayan fallecido en el accidente, aunque se registraron 19 supervivientes, algunos de ellos heridos y trasladados a hospitales cercanos.
El colegio acoge a estudiantes desde la guardería hasta los 15 años y todavía no se han revelado las edades e identidades de los pasajeros. Entre los supervivientes se encuentran 16 estudiantes y tres profesores. El ministro de Interior ha declarado que el número de fallecidos podría ascender a 25, ya que se han encontrado diez cadáveres dentro del vehículo y aún hay 15 personas de las que se desconoce su estado.
El ministro de Transporte indicó que no está claro el número de fallecidos, pero se desconoce la situación de 25 ocupantes del autobús. Según las investigaciones preliminares, el accidente habría sido causado por un pinchazo que hizo que el conductor perdiera el control del vehículo y este chocara lateralmente antes de incendiarse. La primera ministra de Tailandia expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y anunció que el Gobierno se hará cargo de los gastos médicos de los supervivientes.
Tailandia presenta uno de los mayores índices de mortalidad en accidentes de tráfico, con alrededor de 20.000 muertes y un millón de heridos al año, según la OMS. El país ha sido escenario de numerosos accidentes de tráfico en los últimos años, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas para mejorar la seguridad vial y reducir el número de víctimas en las carreteras. La tragedia del autobús escolar incendiado ha conmocionado a la población tailandesa y ha generado llamados a reforzar la seguridad en el transporte escolar y en las carreteras en general.
La primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, visitó un hospital donde se trataba a los heridos del accidente y expresó su solidaridad con las familias afectadas. Las autoridades continúan investigando las causas exactas del accidente y trabajando para identificar a las víctimas y ofrecer apoyo a los familiares de los fallecidos. El trágico suceso ha generado un debate sobre la seguridad en el transporte escolar y la necesidad de implementar medidas más estrictas para prevenir este tipo de accidentes en el futuro.