El Tribunal de Instrucción de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Judicial de La Altagracia impuso medidas cautelares a cuatro implicados en una presunta red de explotación sexual en Verón, provincia La Altagracia. Domingo Lorenzo Santana, considerado el cabecilla de la organización, fue obligado a pagar una garantía económica de 200 mil pesos, mientras que a Reyna Julissa Solano Monción, presunta administradora del establecimiento, y al ciudadano haitiano Berlin Erisme se les impuso una garantía de 20 mil pesos cada uno. Por otro lado, Richard de la Cruz Camacho deberá pagar una suma de 50 mil pesos.

La magistrada Mary C. Castillo Germán, encargada del caso, había dispuesto el aplazamiento de la audiencia para permitir que tres de las víctimas fueran escuchadas en la cámara Gesell. El abogado Andy De León, representante legal de dos de los imputados, cuestionó los cargos de trata de personas en el expediente, argumentando que no entiende por qué se les acusa de este delito. De León defendió la inocencia de sus clientes y señaló que estarán colaborando con las autoridades para esclarecer la situación y demostrar su inocencia.

La presunta red de explotación sexual en Verón ha generado conmoción en la comunidad y ha despertado la atención de las autoridades. Se espera que se realicen más investigaciones para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de cada implicado en el caso. La justicia dominicana se ha comprometido a seguir investigando este tipo de delitos y a tomar medidas contra aquellos que se dedican a la explotación de personas, especialmente en el sector turístico.

La explotación sexual es un delito grave que afecta principalmente a mujeres y menores de edad, y que causa un gran daño emocional y físico a las víctimas. La sociedad dominicana ha manifestado su repudio a este tipo de prácticas y ha exigido que se haga justicia en casos como el de la presunta red de Verón. Las autoridades han reiterado su compromiso de luchar contra la trata de personas y de proteger los derechos de las víctimas de este delito.

Es importante que la sociedad en su conjunto se mantenga alerta ante cualquier sospecha de explotación sexual o trata de personas, y que denuncie estas situaciones a las autoridades correspondientes. La colaboración de la ciudadanía es fundamental para erradicar este tipo de prácticas y para proteger a quienes son vulnerables a caer en manos de redes criminales dedicadas a la explotación. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para garantizar un ambiente seguro y libre de abusos para todos los ciudadanos, especialmente para aquellos que son más vulnerables y desprotegidos.

Compartir.
Exit mobile version