La Arquidiócesis local de la Iglesia católica de Santiago ha declarado que los suicidios en la República Dominicana son un grave problema de salud mental que debe ser abordado por el Estado y las familias para reducir su incidencia. En un editorial titulado "Estamos de su lado" en el semanario nacional católico Camino, la Iglesia sugiere la implementación de políticas sociales y de concienciación por parte del Gobierno para prevenir la alta tasa de suicidios en el país.

Según la Iglesia, es importante recordar que la vida es un regalo de Dios y que debemos cuidarla para ser felices. Se señala que diversas circunstancias, incluido el deterioro de la salud mental, llevan a muchas personas a situaciones difíciles que los desalientan profundamente y los llevan a tomar decisiones tristes y dolorosas tanto para ellos como para sus familias. Se menciona que entre 2007-2023, en promedio, 550 personas se quitaron la vida en la República Dominicana, siendo las edades de entre 25 a 45 años las más afectadas.

La Iglesia hace un llamado tanto al Estado como a las familias para promover el amor por la vida y aumentar el número de profesionales de la conducta humana en los centros de salud. Se recomienda que existan departamentos especializados en salud mental en los hospitales de pueblos más alejados de las grandes ciudades, y se destaca la importancia de la familia en vigilar a sus hijos ante cualquier comportamiento extraño.

Se subraya la importancia del acompañamiento permanente ante la soledad existencial que afecta a tantos jóvenes y se alienta a buscar ayuda profesional para evitar que el desaliento los lleve al suicidio como solución a sus problemas. Se insta al Estado a implementar políticas sociales que cubran las necesidades esenciales de todos los dominicanos y a fomentar el deporte, el arte y la cultura entre los jóvenes, ya que una persona feliz no consideraría poner fin a su vida.

En resumen, la Arquidiócesis de Santiago destaca la gravedad de la situación de los suicidios en la República Dominicana y hace un llamado a la acción por parte del Estado y las familias para abordar este problema de salud mental. Se enfatiza la importancia de promover el amor por la vida y de aumentar el acceso a profesionales de la salud mental en todo el país, así como de brindar apoyo y vigilancia a los jóvenes que puedan estar en riesgo. La implementación de políticas sociales y el fomento de actividades positivas entre la juventud son señalados como medidas clave para prevenir futuros casos de suicidio en la nación.

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