El pastor de Los Alcarrizos, Johan Manuel Castillo Ortega, enfrentará una medida de coerción solicitada por el Ministerio Público por agresión sexual a varios menores de edad. El proceso se llevará a cabo en la Oficina de Atención Permanente de Santo Domingo Oeste con la adición de tres nuevas querellas. La Fiscalía pide un año de prisión preventiva y la fusión de las querellas, además de la declaratoria de caso complejo para otorgar más tiempo al Ministerio Público para presentar la acusación.

Las nuevas denuncias contra Castillo Ortega incluyen a dos víctimas menores de edad y una adulta que afirman haber sido abusadas por el imputado. Una de las víctimas, de 12 años, relata que el pastor la agredió sexualmente a partir de los 8 años tocándola en sus partes íntimas. Otra víctima de 17 años señala que el acusado la tocaba en los pasillos de la iglesia sin cámaras de seguridad presentes. Una adulta, Doraliza Suero Farías, denunció que cuando tenía 7 años, el pastor la acosaba y se masturbaba delante de las niñas a cambio de chocolates.

Las prácticas de abuso por parte de Castillo Ortega habrían ocurrido repetidamente en distintas circunstancias según las víctimas. El pastor aprovechaba momentos de intimidad o de asistencia a actividades religiosas para cometer estos actos, según los testimonios presentados ante la justicia. Las víctimas relatan situaciones que ocurrieron durante la infancia, lo que evidencia un patrón de conducta de abuso por parte del imputado a lo largo del tiempo.

La solicitud de la Fiscalía incluye la fusión del caso con otros procesos pendientes contra el acusado y la declaratoria de complejidad para permitir una mayor profundización en la investigación. El objetivo es garantizar que se respeten los derechos de las víctimas y que se realice un proceso legal justo con todas las medidas necesarias para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad del imputado. La medida de coerción será determinante para definir el curso del proceso judicial contra el pastor Castillo Ortega y las acusaciones en su contra.

La gravedad de las acusaciones y la cantidad de víctimas que han denunciado abusos por parte del pastor Castillo Ortega requieren una atención especial por parte de la justicia para asegurar que se haga justicia y se proteja a la población vulnerable. Las denuncias de abuso sexual en el contexto religioso son especialmente sensibles y requieren una respuesta firme por parte de las autoridades para prevenir futuros casos y garantizar un entorno seguro para todos. El proceso judicial en curso contra el pastor Castillo Ortega es una oportunidad para enviar un mensaje claro sobre la intolerancia ante cualquier forma de violencia y abuso, especialmente contra menores de edad.

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