Radhamés Presinal Ogando fue condenado a 30 años de prisión por intentar matar y quemar la casa de su ex pareja en Elías Piña. Los hechos se produjeron en enero de 2022 en el municipio Bánica, cuando Presinal Ogando no aceptaba el fin de la relación con la víctima. El agresor persiguió a la mujer en una motocicleta, la agredió con una piedra y le fracturó el brazo izquierdo. Posteriormente, roció gasolina y prendió fuego a la casa donde la víctima dormía, provocando que la vivienda quedara totalmente destruida.
El Tribunal Colegiado acogió las pruebas presentadas por el Ministerio Público y dictó la pena máxima contra Presinal Ogando. La víctima, cuyo nombre se omite por razones de protección, sufrió lesiones graves a manos de su ex pareja. Además de intentar matarla, el agresor amenazó con arrojarle ácido del diablo y causarle daño en otro lugar donde se refugiaba la mujer. Finalmente, Presinal Ogando fue arrestado y acusado por violar varios artículos del Código Penal Dominicano.
Los fiscales Angelina Valdez Cabrera, Sócrates David Ogando y Luisa de la Rosa Alcántara representaron al Ministerio Público en el caso. Demostraron ante el tribunal que las acciones de Presinal Ogando constituían una clara violación de la ley y una amenaza grave para la seguridad y la vida de la víctima. Los jueces Edward Gerónimo, Blaury Luciano y Saulys González emitieron la sentencia condenatoria y ordenaron que se cumpla en la cárcel pública de San Juan de la Maguana.
La víctima, tras haber sido agredida física y emocionalmente por su ex pareja, tuvo que huir de su casa para salvar su vida cuando Presinal Ogando prendió fuego a la vivienda. La rápida intervención de las autoridades permitió su arresto y la presentación de cargos en su contra. La gravedad de los hechos y el impacto en la vida de la mujer llevaron al Tribunal a dictar la máxima condena posible para el agresor.
El caso de Radhamés Presinal Ogando es un triste ejemplo de la violencia de género que sufren muchas mujeres en la República Dominicana y en todo el mundo. Las agresiones físicas y la intimidación contra la víctima muestran la necesidad de seguir combatiendo este tipo de violencia y protegiendo a quienes la sufren. La sentencia ejemplar contra Presinal Ogando envía un mensaje claro de que estos actos no serán tolerados y que los responsables enfrentarán consecuencias severas por sus acciones.
Es fundamental seguir trabajando en la concienciación y prevención de la violencia de género, así como en la protección y apoyo a las víctimas. La justicia debe ser implacable en casos como el de Presinal Ogando, garantizando que las personas que cometen este tipo de actos sean llevadas ante la justicia y que se tomen medidas para prevenir futuras agresiones. El compromiso de la sociedad y las autoridades en la lucha contra la violencia de género es crucial para construir una sociedad más justa e igualitaria para todos.