La candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, junto con su compañero de fórmula para la vicepresidencia, Tim Walz, dieron inicio a su campaña para las elecciones de noviembre con un mensaje de esperanza en Filadelfia (Pensilvania). Harris, la primera mujer negra que aspira a la presidencia de Estados Unidos, ha construido su candidatura rápidamente desde que Joe Biden renunció hace dos semanas. La gira por los estados más competitivos del país, como en Filadelfia, busca nivelar el terreno frente a Trump, con una recaudación récord de 20 millones de dólares en las últimas horas y un optimismo renovado tras recortar distancias en las encuestas.

Harris también presentó su proyecto para el país, centrado en temas como la defensa del aborto, la salud, el acceso a la vivienda y el control de la posesión de armas. Su campaña busca no solo frenar a Trump, sino también proponer un futuro diferente para Estados Unidos. Con el apoyo del 99% de los delegados demócratas, Harris se presentó oficialmente como la candidata del partido en el mitin en Filadelfia, sostenida por miles de simpatizantes con carteles de Harris y Walz. La elección del gobernador de Minesota, Tim Walz, como compañero de fórmula busca atraer a votantes blancos del cinturón industrial del país, como Wisconsin, Míchigan y Pensilvania.

Walz, un candidato hasta entonces poco conocido a nivel nacional, se ha destacado por sus comentarios llamando “raritos” a los republicanos, lo que lo llevó a ser considerado como un “izquierdista radical”. Con una trayectoria en la Guardia Nacional, como maestro y entrenador de fútbol americano, y con más de una década como congresista, Walz se convirtió en la elección perfecta para Harris. En su primer mitin junto a Harris, Walz arremetió contra los republicanos, especialmente contra el candidato a vicepresidente, J.D. Vance, a quien retó a un debate televisado y desató controversia sobre un falso rumor acerca de su vida personal.

La decisión de Harris de elegir a Walz como su compañero de fórmula refleja la búsqueda de unir a los demócratas y atraer a un sector del electorado blanco en estados clave para las elecciones. Con un discurso que busca desacreditar a los republicanos y contrastar su propia historia con la de Vance, Walz busca ganarse la simpatía de las clases trabajadoras y demostrar que su origen y valores son más cercanos a los del corazón del país que los de sus adversarios políticos. La gira de Harris y Walz por los estados competitivos del país marca el inicio de una campaña intensa en la disputa por la presidencia de Estados Unidos en noviembre.

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