La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, propondrá una prohibición federal de la manipulación de precios de los alimentos en su primer discurso de política económica como aspirante demócrata a la Casa Blanca. Esta medida busca evitar que las empresas del sector alimentario aumenten injustificadamente los precios y forma parte de un plan más amplio de Harris para combatir la inflación. En sus primeros 100 días como presidenta, Harris tiene la intención de implementar la primera prohibición federal a la especulación de precios de alimentos, estableciendo normas claras para evitar que las grandes corporaciones eleven sus precios de manera artificial para obtener grandes beneficios.
El plan propuesto por Harris permitiría a los fiscales generales de los estados y a la Comisión Federal de Comercio investigar y sancionar a las empresas que violen la prohibición federal de manipulación de precios de alimentos. Además, recoge inversiones para que el Gobierno federal pueda combatir prácticas anticompetitivas y fondos para apoyar a las pequeñas empresas de la industria alimentaria, incluidos los procesadores de carne independientes, que actualmente se ven dominados por grandes corporaciones. Harris planea señalar específicamente a la industria cárnica en su discurso, donde cuatro grandes empresas controlan la mayor parte del mercado y han reportado beneficios récord después de la pandemia de COVID-19.
En su discurso, Harris contrastará su agenda económica con la del expresidente y candidato republicano a las elecciones de noviembre, Donald Trump, a quien culpó de defender una política económica que perjudicará a la clase media. Este discurso se produce en un momento en el que la economía sigue siendo un tema clave para los votantes. Harris también tiene previsto hablar sobre los esfuerzos de la Administración para reducir los precios de los medicamentos en un mitin conjunto con el presidente Joe Biden, quien cedió el testigo demócrata a Harris para las elecciones de noviembre.
El escenario simbólico del discurso de Harris en Carolina del Norte, un estado que los demócratas esperan ganar en las elecciones, pero que históricamente ha votado por candidatos presidenciales republicanos, a excepción de Barack Obama en 2008 y Jimmy Carter en 1976. La campaña de Harris ha despertado un nuevo entusiasmo y se centra en la economía en los días previos a la Convención Nacional Demócrata en Chicago, donde será proclamada oficialmente como candidata del partido para las elecciones de noviembre. Según una encuesta reciente, los estadounidenses confían más en Trump que en Harris para manejar la economía, pero las opiniones están divididas.
En caso de implementarse, la prohibición federal de la manipulación de precios de alimentos propuesta por Harris tendría como objetivo evitar que las grandes corporaciones del sector alimentario aumenten injustificadamente los precios, estableciendo normas claras para garantizar que no puedan elevar sus precios de manera artificial para obtener grandes beneficios. Este plan también busca apoyar a las pequeñas empresas de la industria alimentaria, incluidos los procesadores de carne independientes, que actualmente se ven dominados por grandes corporaciones. En su discurso en Carolina del Norte, Harris enfocará su mensaje en combatir la falta de competencia en la fijación de precios que perjudica a los consumidores y a los ganaderos.