En Nueva York, la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, participó en un encuentro televisado con votantes indecisos, donde aseguró que Estados Unidos merece tener un presidente que tenga en cuenta el sentido común y lo mejor del pueblo. Harris prometió a los votantes de Pensilvania, un estado crucial en estas elecciones, ser una presidenta para todos los estadounidenses y calificó a su rival, el expresidente Donald Trump, como un fascista y un peligro para el país.

En medio de las ofensas y acusaciones cruzadas entre ambas campañas en la recta final de las elecciones, Harris cuestionó la capacidad y aptitud de Trump para servir como presidente, haciendo referencia a informes sobre comentarios del expresidente relacionados con generales nazis. Asimismo, criticó la admiración de Trump por dictadores como Kim Jong-un y Vladímir Putin, destacando la peligrosidad de tenerlo en la Casa Blanca.

En cuanto a temas de economía e inmigración, Harris señaló que su plan fiscal beneficiará a las familias de clase media y prometió no subir impuestos a quienes ganen menos de 400.000 dólares al año. Respecto a la inmigración, abogó por una vía integral para la ciudadanía y por aumentar la presencia de agentes y personal fronterizo. También criticó a Trump por interferir en un proyecto de ley bipartidista relacionada con la frontera con México.

Mientras tanto, Donald Trump realizó campañas en Georgia, estado que perdió contra Joe Biden en las elecciones de 2020, donde criticó a Harris por su supuesto bajo coeficiente intelectual en economía. También atacó al candidato demócrata a la vicepresidencia, Tim Walz, calificándolo como un "tipo enfermo". Trump continuó con su campaña en Duluth, insistiendo en sus críticas hacia Harris y Walz.

El gobernador Walz votó en Minnesota, mientras que el senador Vance, compañero de fórmula de Trump, realizó campaña en Nevada, otro estado clave en las elecciones. Ambas campañas continúan intensificando sus ataques y estrategias para conquistar a los votantes en estos días previos a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Los temas económicos, la inmigración y la capacidad de liderazgo son algunos de los puntos clave en este enfrentamiento político en Estados Unidos.

Compartir.
Exit mobile version