La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, pronunció su esperado discurso para aceptar la nominación demócrata a la Casa Blanca durante la convención del partido en Chicago. El discurso de Harris tuvo lugar en horario de máxima audiencia y fue transmitido en directo por las principales cadenas de televisión estadounidenses. Durante su intervención, la vicepresidenta buscó definirse ante los votantes narrando su historia personal, contrastando su visión optimista con la “oscuridad” de Trump y basando su ideario en un fuerte sentido patriótico.
Harris relató cómo fue criada por una madre trabajadora en Oakland y luego en Berkeley, en un barrio de clase media, mostrando así que conoce de primera mano los desafíos que enfrenta la clase media de Estados Unidos. Habló sobre su decisión de convertirse en fiscal para proteger a los más vulnerables, desde supervivientes de abusos sexuales hasta propietarios afectados por la crisis hipotecaria. Entre 2004 y 2011 fue fiscal de distrito en San Francisco y entre ese último año y 2017 ejerció como fiscal general de California. Harris contrastó el proyecto de Trump con su visión de presentar un “nuevo camino hacia adelante”, una agenda optimista que proporcione oportunidades económicas y proteja las libertades fundamentales para todos los estadounidenses.
El discurso de Harris estuvo impregnado de optimismo y patriotismo, dejando claro que cree en la “promesa de América” y está dispuesta a luchar por sus ideales fundamentales. Al aceptar la nominación, Harris marcó un hito en la política estadounidense al convertirse en la primera mujer de ascendencia afroamericana y sudasiática que recibe la candidatura presidencial de uno de los dos grandes partidos del país. Tras su discurso, cayó del techo del estadio de la convención una lluvia de globos y confeti con los colores de la bandera de Estados Unidos, como es tradición en las convenciones del partido.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, realizó su esperado discurso para aceptar la nominación demócrata a la Casa Blanca durante la convención del partido en Chicago. Durante su intervención, Harris narró su historia personal, contrastó su visión optimista con la “oscuridad” de Trump y basó su ideario en un fuerte sentido patriótico. Harris relató cómo fue criada por una madre trabajadora en Oakland y Berkeley, mostrando que conoce los desafíos que enfrenta la clase media de Estados Unidos. Habló sobre su decisión de convertirse en fiscal para proteger a los más vulnerables y contrastó el proyecto de Trump con su visión de un “nuevo camino hacia adelante”.
La vicepresidenta dejó claro que cree en la “promesa de América” y está dispuesta a luchar por sus ideales fundamentales, a diferencia de Trump, que habla negativamente de su país. Al aceptar la nominación, Harris marcó un hito en la política estadounidense al convertirse en la primera mujer de ascendencia afroamericana y sudasiática que recibe la candidatura presidencial de uno de los dos grandes partidos del país. Tras su discurso, cayó del techo del estadio de la convención una lluvia de globos y confeti con los colores de la bandera de Estados Unidos, como es tradición en las convenciones del partido.