La felicidad es un término mal entendido por la mayoría de las personas, quienes creen que ser feliz significa no tener problemas y reír constantemente, sin tener nada que los perturbe. Sin embargo, la psicóloga guatemalteca Titi Furlan señala que este es un error, ya que la felicidad no depende de la ausencia de dificultades externas, sino de cómo nosotros transitamos los momentos de nuestra vida, incluso los más difíciles. Se trata de conectar con emociones positivas y generosas, incluso en medio de circunstancias adversas, y encontrar la paz interior.

La conferencista enfatiza que la felicidad no está necesariamente ligada a la comodidad, la risa o la euforia, sino más bien a la paz interior y a la capacidad de dar, conectar y sanar. La felicidad radica en sentirnos en paz con nosotros mismos y en el mundo que nos rodea, lo que nos permite funcionar de manera diferente y más positiva. A pesar de las emociones negativas que podamos experimentar, es posible conectarnos con nuestra paz interior y gestionar nuestras emociones de forma equilibrada.

La psicóloga Furlan destaca que la pandemia ha puesto en evidencia los altos niveles de estrés y ansiedad que se han ido acumulando en la sociedad, debido a la vida acelerada y superficial que llevamos. Por ello, recomienda aprender a bajar el ritmo y realizar ejercicios de respiración y otras acciones que ayuden a equilibrar nuestro sistema nervioso, reduciendo así los picos de ansiedad. Asimismo, subraya la importancia de manejar nuestros pensamientos y vivir en el presente, ya que muchas de las preocupaciones que nos generan ansiedad no están ocurriendo en ese momento.

En su conferencia "Vivir a Colores", la especialista invita a las personas a adoptar una filosofía de resiliencia que les permita transitar los desafíos y momentos difíciles de la vida de manera más generosa. Vivir a colores implica tener la capacidad de encontrar belleza y positividad en los momentos difíciles, recordando que la vida sigue siendo plena y colorida, a pesar de los obstáculos que se presenten. Valorar las cosas simples y recuperar la capacidad de asombro son consejos que Furlan ofrece para lograr una mayor conexión con el mundo que nos rodea y disfrutar de los pequeños placeres de la vida.

La experta señala que el secreto para ser feliz radica en entender la felicidad de una manera diferente a la convencional. No se trata de alcanzar un estado permanente de alegría, sino de aprender a transitar la vida con sus altibajos, reconociendo que los momentos de claridad y oscuridad forman parte de la experiencia humana. Cultivar un ejercicio interior de conexión con nuestras emociones y pensamientos nos permite encontrar la paz interior y ser resilientes frente a los desafíos que se nos presenten en el camino hacia la felicidad. En última instancia, ser feliz implica aceptar y abrazar la complejidad de la vida, sabiendo que cada momento, incluso los más difíciles, pueden ser vividos en colores.

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