El Gobierno de Haití ha extendido el toque de queda nocturno en el departamento del Oeste en Puerto Príncipe por siete días más, como parte de un estado de emergencia debido a la inseguridad en la región. El toque de queda estará vigente desde las 19 horas locales hasta las 6 horas locales y eximirá a ciertas autoridades y profesionales como bomberos, médicos, paramédicos y periodistas debidamente identificados. Las manifestaciones también están prohibidas durante este período en el departamento del Oeste.

El informe de la ONG Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos (RNDDH) ha revelado que al menos 208 personas han sido asesinadas en Haití entre enero y marzo de 2024, incluidos 13 policías, con otras 158 resultando heridas. Se han registrado cinco ataques armados en diferentes áreas de Haití durante este período, lo que ha generado una situación catastrófica en términos de violencia y violaciones de los derechos humanos. Los cadáveres de algunas víctimas han sido encontrados en Puerto Príncipe, Delmas y Pétion-ville.

La violencia en Haití ha alcanzado niveles alarmantes, con más del 80 % de la capital bajo el control de bandas armadas que cometen asesinatos, secuestros, incendios de viviendas, violaciones masivas y se oponen a la instalación de un Consejo Provisional para la Transición en el país. El Gobierno ha declarado un estado de emergencia y ha impuesto medidas como el toque de queda para tratar de contener la inseguridad, aunque la violencia sigue en aumento. Las autoridades han advertido que cualquier persona que viole las medidas será arrestada y procesada legalmente.

La situación en Haití es crítica y requiere urgentes medidas para garantizar la seguridad de la población y restablecer el orden en el país. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia en Haití y ha instado al Gobierno y a las autoridades locales a tomar medidas efectivas para proteger a los ciudadanos y prevenir más actos de violencia. Es fundamental abordar las causas profundas de la inseguridad en Haití y trabajar en conjunto para encontrar soluciones sostenibles a los problemas que enfrenta el país.

La sociedad haitiana se encuentra en un estado de emergencia permanente, con la violencia y la inseguridad afectando a la vida cotidiana de los ciudadanos. La falta de control del Estado sobre ciertas áreas ha permitido que las bandas criminales operen impunemente, generando un clima de miedo y desconfianza en la población. Es necesario fortalecer las instituciones del Estado, mejorar la coordinación entre las autoridades y la sociedad civil, y promover el respeto por los derechos humanos para lograr una paz duradera en Haití.

En medio de esta grave crisis, la solidaridad internacional es más importante que nunca para apoyar a Haití en su camino hacia la estabilidad y la prosperidad. La comunidad internacional debe comprometerse a brindar asistencia humanitaria y apoyo para fortalecer las capacidades del Estado y fomentar el desarrollo sostenible en el país. Es fundamental trabajar juntos para superar los desafíos actuales y sentar las bases para un futuro más seguro y próspero para el pueblo de Haití.

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