La situación de Haití y las relaciones complicadas con la República Dominicana han sido un tema central en la política exterior del país caribeño. La presencia de más de medio millón de haitianos, la mayoría sin documentación, en territorio dominicano ha generado tensiones a lo largo de los años. La frontera de casi 400 kilómetros entre ambos países es utilizada por traficantes de personas, drogas y mercancías, lo que complica aún más la relación.
El presidente Luis Abinader, que se presentará a la reelección, ha destacado la importancia de fortalecer la relación bilateral con Haití, que es el segundo socio comercial de la República Dominicana. Sin embargo, también ha anunciado medidas para frenar la inmigración ilegal y el narcotráfico, y ha propuesto la construcción de una verja perimetral "inteligente" en la frontera. Estas medidas han generado críticas internacionales, especialmente por las repatriaciones de haitianos.
La inestabilidad política y social en Haití, agravada por el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, ha llevado a una mayor tensión en la relación entre ambos países. La crisis en Haití ha estado presente en la campaña electoral en la República Dominicana, con los candidatos debatiendo sobre la deportación de indocumentados, principalmente haitianos. Abinader ha llamado a una solución inmediata para la crisis haitiana, al mismo tiempo que defiende la soberanía nacional.
Uno de los conflictos más graves entre República Dominicana y Haití tuvo lugar el año pasado, cuando Haití comenzó la construcción de un canal de riego en un río limítrofe, lo que llevó a Abinader a cerrar la frontera entre ambos países. A pesar de las tensiones, la República Dominicana finalmente decidió reabrir el comercio con Haití, aunque el presidente dominicano aseguró que la frontera nunca será la misma después de este episodio.
La relación entre Haití y la República Dominicana ha sido históricamente complicada, con altibajos y conflictos recurrentes a lo largo de los años. La presencia de una gran cantidad de haitianos en territorio dominicano ha generado tensiones en la frontera, especialmente por el aumento de la inmigración irregular y el tráfico ilegal de personas y mercancías. Ambos países enfrentan desafíos económicos y sociales, pero la situación en Haití es aún más grave, con una inestabilidad política crónica.
En medio de la crisis en Haití y las tensiones en la relación con la República Dominicana, los candidatos presidenciales en el país caribeño han debatido sobre la cuestión migratoria y la necesidad de deportar a los indocumentados. A pesar de las críticas internacionales por el manejo del tema migratorio, especialmente en lo que respecta a los derechos humanos, los candidatos dominicanos mantienen posturas firmes sobre la deportación de haitianos debido a la presión de la opinión pública y la necesidad de proteger la soberanía nacional.