Los haitianos están ansiosos por la llegada de una fuerza multinacional de apoyo a la seguridad, liderada por policías de Kenia, para poner fin al reinado de terror de las poderosas bandas armadas en Puerto Príncipe y otros puntos del país. Ronald Cénat, un conductor de motocicletas, espera que esta misión ayude a restablecer la paz y el orden en medio de la espiral de violencia en la que se encuentra sumergido Haití. Cénat señala que la llegada de esta fuerza es necesaria ya que la situación de inseguridad se ha deteriorado y la gente no puede vivir cómodamente.
Algunos haitianos, como Roseline Sanon, se sienten frustrados por la necesidad de aceptar la intervención de una fuerza extranjera debido a la incapacidad de los políticos y líderes locales para dirigir el país de manera efectiva. A pesar de considerarse un país libre e independiente, la situación de inseguridad y miseria ha obligado a la población a aceptar la ayuda externa. Sanon expresa su preocupación por el escaso éxito de las intervenciones anteriores y espera que esta nueva fuerza logre restaurar la paz y seguridad en Haití.
La llegada de la fuerza multinacional de seguridad, programada para dentro de tres semanas, se ha retrasado debido a cuestiones logísticas, según el presidente keniano Willian Ruto. A principios de mayo, el ministro de Asuntos Exteriores de Bahamas anunció que el despliegue de la misión para restaurar la seguridad comenzaría pronto. Mientras tanto, el Consejo Presidencial de Transición condenó los actos de los bandidos armados en el país, especialmente el asesinato de tres misioneros y un matrimonio estadounidense en una zona al norte de Puerto Príncipe. Las autoridades haitianas expresaron sus condolencias y se comprometieron a investigar y llevar a los responsables ante la justicia.
La violencia en Haití ha causado 8.000 víctimas el año pasado y las bandas armadas controlan gran parte de la capital y otras zonas del país. Los haitianos esperan que la fuerza multinacional de seguridad contribuya a restablecer la paz y la seguridad en el país, poniendo fin al reinado de terror de las bandas armadas. A pesar de la resistencia de algunos ciudadanos a la intervención extranjera, la grave situación de inseguridad y miseria ha obligado a la población a aceptar esta ayuda para poder vivir en un entorno más seguro y pacífico. Se espera que esta fuerza actúe de manera efectiva para restaurar la paz en Haití y llevar a los responsables de la violencia ante la justicia.
